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jueves, 15 de abril de 2021

Fanfic: Shun Daimonji x JK (Kamen Rider Fourze) 🚀

 Hoy le toca a uno de esos ships que parece que nadie tiene, pero que a mi me hubiera gustado que se quedaran juntos 💞 y hablo de, tal y como puse en el título, Shun y JK (Kamen Rider Fourze). 
 Creo que había mucha química entre ellos, y que Miu no sabía realmente valorar el romanticismo de Shun, o no le gustaba eso, o, lo que más pensé hasta hoy, estaba enamorada en no tan secreto, de Gentaro, pero son suposiciones mías 😅
 En este fic quiero darles a esos dos un final feliz 💕 Espero que lo disfruten 💙 



El uno para el otro


 Los trabajos de investigación eran su pan de cada día, le apasionaban, poco quedaba del joven playboy que se paseaba por la escuela secundaria Amanogawa recogiendo chismes sobre cada estudiante, sólo su alta capacidad de recolectar información importante. JK se había convertido en un hombre reconocido por confirmar y desmentir rumores, con la veracidad de un paper científico, todos confiaban en él para verificar noticias, pero toda su reputación había sido puesta en jaque el día que un rumor escaló en las portadas de las revistas más amarillistas...
 "El famoso jugador de football americano, Daimonji Shun, acusado de acoso sexual a un compañero de su equipo"
 No podía ser, pensó el periodista. Conocía muy bien a Shun. Para empezar era heterosexual, aún cuando la relación con Miu no había prosperado luego del primer año de universidad, le gustaban las mujeres. En segundo lugar, era un hombre romántico y sensible, jamás acosaría a nadie. Limpiaría su nombre a como dé lugar. 
 Lo primero que haría sería ir a verlo, hablar con él y conocer todo el contexto de la situación, por lo que le envió un mensaje citándole en un café, pero el futbolista no aceptó. Sólo aceptaría la cita si era en el departamento de JK, condición que sería aceptada por el menor. 
 JK captó enseguida las razones por las cuales había puesto esas pautas. Su casa había de estar siendo vigilada por Papparazzis mientras que su departamento nadie más que el club Kamen Rider sabía su ubicación, con un buen disfraz sería un encuentro lo suficientemente discreto como la situación lo ameritaba. Lejos había quedado ese Shun tonto de la secundaria que actuaba sin pensar mucho antes. Era nostálgico...

 La hora asignada había sido las 10:00 am. JK preparó un buen desayuno completo, quería complacer a su amigo que no veía desde hacía al menos dos meses. 
 - Qué puntual -dijo en voz alta al oír el timbre a las 9:58- ¡Shun, bienveni...! -saludó, pero ni bien abrió la puerta, su enorme amigo se le echó encima con un abrazo envolvente, como solía hacer en la preparatoria cada vez que Miu lo rechazaba- Oh Shun... -le hizo unos cariños en la cabeza para calmarle-
 - ¡JK! -sollozó un poco- Eres el único que puede ayudarme y comprenderme en estos momentos... -buscó confort en los brazos de su amigo, eso le había hecho sentir mejor- 
 - Por eso estás aquí, Shun, deja tooodo en manos de JK -le consoló con voz amigable mientras le sobaba la espalda y le daba un pañuelo. Tras unos pocos minutos, el mayor al fin se separó, ya más calmado- ¿Estás mejor?
 - Sí, gracias... -respiró profundo. Saltaba a la vista que había pasado los últimos días con mucho estrés- Doy por hecho que leíste las noticias...
 - Así es ¡Odio a esa clase de pseudo-periodistas! Para empezar nadie creería que te gustan los hombres, mucho menos que acoses a uno ¿Por qué diablos Fujisawa -así se llamaba el otro jugador- se inventaría que lo estás acosando? ¿Tuvieron alguna disputa grave? 
 - Esto... Bueno... 
 - ¿Qué? -verle titubear era pésima señal- Dime que se trató de un malentendido... 
 - Sí... y no... -se rascó la cabeza- 
 - ¿Qué quieres decir? ¿Estabas ebrio? -preguntó mientras servía el café en las tazas ya preparadas-
 - ¡No! Déjame explicarte -asintió en agradecimiento por el café- Lo que ocurrió fue que Fujisawa comenzó a... coquetearme -dijo esto último con un sonrojo en sus mejillas- al principio pensé que sólo estaba jugando, muchos jugadores hacen bromas tontas en los vestuarios y eso, pero luego se notaba que iba en serio. Me tocaba las rodillas de forma sugerente, me pedía que le pasara cosas en los vestuarios, esa clase de cosas. Pero un día fue directo conmigo, me dijo que yo le gustaba y que estaba seguro de que él también me gustaba, ya sabes, por seguirle la corriente en sus jugueteos, y me besó... -frunció el ceño- De ahí todo fue a mal... El entrenador nos vio y, para salirse de la situación, dijo que YO lo había besado a él, que lo había forzado y que además había estado acosándole. El entrenador me suspendió hasta que se aclarara el asunto, pero todo llegó a oídos de la prensa, y dudo que Fujisawa esté dispuesto a contar la versión real de los hechos... Tú me crees ¿Verdad, JK?
 - Por supuesto que te creo, Shun -respondió, pero continuaba pensativo intentando resolver el problema- Sólo hay algo que no me cuadra ¿Por qué le seguiste la corriente en lugar de detenerlo cuando notaste que intentaba seducirte? 
 - Bueno, yo...
 - Quiero decir, a ti no te gustan los hombres.
 - La verdad es que...
 - Sabías que iría a peor, si alguien que no te gusta te coquetea, no debes darle alas y dejar que...
 - ¡JK! Sí me gustaba... -le detuvo, confesándole aquello tan de repente-
 - ¿Eh? -lo miró confundido-
 - Fujisawa me gustaba -repitió- jamás se lo he dicho a nadie, pero sí me han estado atrayendo los hombres tanto o más que las mujeres luego de que Miu terminó conmigo. Lo he mantenido en secreto porque no creí necesario decir nada al respecto, era algo personal y ya, pero con todo lo que pasó... Es la primera vez que doy un paso tan grande como ser besado por otro hombre que me gustaba ¡Y me hace esto! -golpeó la taza contra la mesa, salpicando algo de café y sobresaltando un poco al menor- Por eso tú eres el único que puede entenderme y ayudarme, JK... A ti también te gustan los hombres, siempre lo supimos todos, nadie más que tú podría entenderme ahora mismo... 
 - Ya, Shun -le sonrió con dulzura- tuviste mala suerte a la hora de fijarte en alguien, que te gusten los hombres o las mujeres no es la cuestión aquí, sino qué haremos con Fujisawa -bebió un sorbo de su café, intentando verse profesional, pero lo cierto era que la revelación le había sacudido completamente- Puedes contra acusarle y decir que fue él quien en realidad te ha estado acosando a ti, puedes hablar con tu entrenador y acordar para negarlo todo para evitar un escándalo mayor, pero debe creerte a ti y tu versión. Puedes decir que estabas ebrio, pero eso afectará tu imagen como deportista. O puedes... salir del closet y explicar que todo fue un malentendido... 
 - ¡Todas esas opciones son aterradoras, JK!
 - ¡Lo sé! Pero ninguna lo es más que el dejar que todo siga su curso y no contra-atacar, porque afectará tu imagen, tu carrera y tus futuras relaciones personales ¡Debes ser determinante! -se acercó para tomarlo por los hombros y que le viera a los ojos- Tienes una gran ventaja, Shun...
 - ¿Y cuál es?
 - Me tienes a mi... Tienes mi apoyo, y tengo suficiente credibilidad como para dar pelea a los rumores falsos ¡Es mi pan de cada día! Puedes dormir tranquilo.
 - JK... -nuevamente se lanzó a abrazarlo, lo sintió como su salvador- Y hablando de dormir... -se separó despacio y, de la nada, sacó un bolso con ropa que hasta el momento el menor no había visto- 
 - ¿Eh?
 - ¿Puedo quedarme aquí unos días? No quiero volver a mi casa hasta que todo esto pase, mi puerta está siempre llena de periodistas que quieren mi cabeza ¡Por favor!
 - Sabes que no te negaría algo así ¡Pero este lugar es pequeño! ¿¿Dónde vas a dormir?? 
 - Cabemos en tu cama, no te preocupes.
 - ¡Shun! 
 - ¡Por favor! -juntó las manos e hizo una marcada reverencia. JK se sintió derrotado-
 - Está bien, está bien... -suspiró, sabía que se venía otro abrazo- De todos modos solucionaremos lo de los rumores pronto.
 - ¡Definitivamente, eres el mejor, JK! -tal y como el menor predijo, Shun volvió a abrazarle con fuerza, tenían mucho trabajo por delante-

Tras mucho debatirlo, Shun decidió salir del closet. Sabía que afectaría su imagen, pero no quería cerrar las puertas a una futura relación amorosa con otro hombre.
 - Hay un problema con esta opción -objetó Shun-
 - ¿Cuál? 
 - Necesito una "coartada", ya sabes, si voy a salir del closet y decir que todo fue un malentendido, no quiero que piensen que de verdad pasó algo con uno de mis compañeros de equipo, eso podría afectar a mis futuros juegos ¿No crees? 
 - Tienes razón... Necesitas una tapadera, un hombre que se haga pasar por tu pareja para que Fujisawa quede como un tonto que malinterpretó todo. El problema es ¿Quién será esa tapadera? De nuestros amigos dudo que alguno esté dispuesto... Gentaro está con Kengo, Ryusei, como agente secreto, no puede dar su nombre, mmm...
 - ¿Y por qué tú no?
 - Yo no puedo entrevistarte y ser tapadera al mismo tiempo.
 - ¿Por qué no? ¡Es perfecto! -sonrió, tomándole por los hombros- Sólo piénsalo, en lugar de entrevistarme nos pones de portada de la revista o escribes un artículo aclarando el asunto en primera persona. Todos te creerán a ti, JK.
 - Pero no es verdad... está en juego mi credibilidad, Shun... 
 - ¡También está en juego la mía! -se arrodilló, casi rogándole- Tu imagen no saldrá dañada, nadie tiene por qué saber que nuestra relación no es cierta, en cambio si yo no hago algo al respecto mi vida estará arruinada... Sabes que no soy un acosador, JK... 
 - Ponte de pie -exhaló lánguidamente- está bien, lo haré, jamás le daría la espalda a un amigo -sonrió, Shun volvió a abrazarlo. Ese JK incapaz de hacer amigos había quedado a años luz de su "yo" actual, y por alguna razón no podía negarse al ver a Shun tan vulnerable, era la primera vez que alguien realmente le necesitaba- 
 - Eres el mejor amigo de todo el mundo, JK -mantuvo el abrazo- y también el que mejor huele -bromeó, oliéndole el cabello y el cuello.
 - Tonto -rió, pero no le apartó- Iré a trabajar, tengo un artículo muy importante que escribir, y tengo la exclusiva, "cariño". 
 - ¡Esfuérzate mucho, mi cielo! -devolvió la broma, saludándole para dejarle ir. Esa exclusiva sería una bomba, lo mejor sería prepararse mentalmente para todo lo que se avecinaba-

 Mientras, el editor principal, recibió la noticia con una sonrisa de oreja a oreja. No solamente se trataba de una exclusiva, sino que involucraba a uno de sus periodistas más prestigiosos, aquello dispararía las ventas. Claro estaba que él no sabía de la estrecha relación que mantenían JK y Shun desde hacía años, ya que JK había mantenido todo su círculo cercano en secreto por cuestiones de seguridad y veracidad, era la primera vez que salía a la luz una relación suya pese a que todos daban por hecho que era homosexual. 
 Aún así, el artículo le sabía amargo a JK. Era la primera vez que inventaba un rumor, y se trataba ni más ni menos que de él mismo. Era extraño, no sabía exactamente si le molestaba inventar una exclusiva, o que precisamente ESA noticia no fuera verdad. Jamás le había costado tanto escribir un artículo como le estaba costando este, y, de hecho, había usado un enfoque algo agresivo para con Fujisawa, encarando la noticia desde una perspectiva en la que se sentía ofendido de que acusaran de algo así a su propia pareja. Quería que no quedara espacio a duda alguna de que Shun no era ningún acosador, y el modo en el que Fujisawa le había roto el corazón le provocaba náuseas. Shun tenía un corazón enorme y no se merecía que un patán se lo rompiera en mil pedazos.
 Terminó de escribir, sólo faltaba una fotografía. Un beso sería demasiado, una "atrapada" de parte de otro fotógrafo no era en absoluto creíble y no coincidía con el "tono" del artículo, una selfie sería impersonal ¿Entonces? Decidió llamar a un colega fotógrafo y hacer una sesión especial para la ocasión, donde lo más que mostraría sería a él y a Shun tomados de la mano. Sí, eso era lo mejor y su mayor ventaja. Él podía probar su relación (aunque fuera falsa) con fotografías, Fujisawa no.
 Y así lo hizo. Las fotografías habían quedado estupendas, creíbles y discretas, incluso una en particular, de ellos dos tomados de la mano de espaldas, era tan convincente que hasta él mismo creyó por un momento que estaba en una relación con Shun. 
 - Es todo -JK veía satisfecho el trabajo realizado- envíaselas al editor para que las incluya en el artículo -ordenó al fotógrafo- eres realmente muy bueno en tu trabajo, Koizumi.
 - Cuando hay amor verdadero, la cámara lo capta, créeme -el fotógrafo guiñó un ojo y JK y Shun se miraron y carraspearon al mismo tiempo- las enviaré enseguida -se estiró cual gato desperezándose y se despidió, riéndose discretamente- 
 - Ignora a Koizumi -JK cerró la puerta, estaba algo rojo por las palabras del fotógrafo- ahora sólo queda esperar y dejar caer las fichas donde deban caer... ¿Shun? -otra vez lo tenía encima con su envolvente abrazo, como ya era costumbre cada vez que se sentía agradecido con él o necesitaba consuelo- Shun... -le dio unas palmaditas en su enorme espalda-
 - Lamento arrastrarte a todo esto, JK... 
 - Yo lamento que estés pasando por todo esto, Shun -de pronto el abrazo se sintió bien. Se estaba acostumbrando a esa calidez de parte del mayor, tan agradable y reconfortante-
 - JK... -para Shun no era diferente, quería prolongar el abrazo tanto como pudiera, era fuerte, pero en los pequeños brazos del menor se sentía más protegido-
 Y así se mantuvieron unos minutos más, abrazados, sintiendo el calor del otro con aquel contacto sincero.
 
 Tres días. Tres días pasaron desde que el artículo había sido publicado. Todo había salido según lo planeado, Fujisawa salió mal parado y la gran mayoría del público había recibido positivamente la salida del closet de Shun, pero la encrucijada llegó cuando debieron contarles la verdad a sus amigos del club Kamen Rider, para que no les felicitaran en vano. Gentaro había sido quien más lamentaba que la noticia fuera falsa, ya que consideraba que JK y Shun hacían una pareja adorable, disparejos pero complementados, como él con Kengo. 
 Todo se había calmado, pero aún así Shun continuaba quedándose en el departamento del periodista. A JK no le molestaba, pero dormir juntos hasta cierto punto le incomodaba. Shun ocupaba gran parte de su modesta cama y siempre, sin excepción, en algún momento de la madrugada le abrazaba o rodeaba con alguno de sus brazos, atrayéndole a su cuerpo. No se sentía enfermo por esto, ni mucho menos asqueado, pero sí le incomodaba, temía por su propia voluntad, volverse vulnerable a necesitar esos abrazos también en la cama, porque cuando se fuera, esos abrazos le serían arrebatados.
 Lo que no sabía, era que Shun estaba evitando y postergando cuanto pudiera el irse de allí por el mismo motivo, se había vuelto adicto a abrazar a JK, al punto de que ya llegaba a buscar cualquier excusa para hacerlo. 
 - Shun -el menor aprovechó a hablarle durante la merienda, habían encargado un costoso pastel decorado y podían oír de fondo en la televisión que continuaban las repercusiones por la noticia del noviazgo- sabes que puedes quedarte aquí cuanto quieras, pero... ¿No estarás más cómodo en tu casa? Dudo que la prensa siga molestándote, ahora va tras Fujisawa luego de que quedó como un mentiroso.
 - Ehh... Bueno, también han de seguir en mi casa, ahora para preguntar detalles de nuestra relación, será mejor estar aquí... -puso como excusa- 
 - En ese caso veré de conseguir un futón, no cabemos en la cama... 
 - ¿¿Eh?? -al mayor se le acababan las ideas- Claro que cabemos, tú eres perfectamente ergonómico para mi cuerpo -bromeó, haciendo ademanes para describir las curvas del menor-
 - Shun... -no pudo evitar reír con aquello- De acuerdo, seré claro contigo -su sonrojo delataba lo que estaba por decir- En la madrugada tú... esos abrazos... esto... -buscó las palabras adecuadas, era extraño para alguien tan elocuente para él tener que hacerlo- un día estaré lo suficientemente cansado como para no apartarte cuando te me eches encima...
 - ¿Qué quieres decir? 
 - ¡Que si seguimos así, una noche terminaremos follando! -soltó repentinamente, provocando que Shun casi se atragante con un trozo de merengue- Digo... -JK ahora estaba completamente rojo, había escapado de su boca la frase tal cual la estaba pensando- 
  - ¿Tú crees? -Shun también había enrojecido con la declaración, pero intentó mantener la compostura- Quiero decir, qué más da... si lo hacemos o no... Yo... si quieres... bueno... 
 - Espera, Shun "¿Qué más da?" ¿Te da igual acostarte conmigo? 
 - ¡N-No! Sólo digo que si lo hacemos... No me desagrada la idea... -confesó en voz baja- 
 - No me sentaría bien hacerlo contigo sólo por hacerlo, eres mi amigo, Shun. -JK se sintió extraño con el giro que había tomado la conversación. Normalmente no le hubiera importado tener sexo casual con un hombre que le gustara, y Shun le resultó atractivo desde el día en que lo conoció, pero ahora era distinto, no podía sólo "tener sexo" con él, o ser "amigos con derechos". Sabía que si se acostaban, o incluso si seguían durmiendo juntos, se enamoraría de él-
 - Entiendo... Será mejor volver a casa entonces -sonrió con algo de tristeza, se sentía como un rechazo, expresión que JK notó de inmediato- no quiero incomodarte... 
 - ¡No me incomodas! Créeme, soy yo el problema.
 - "No eres tú, soy yo", JK, eso es cliché hasta para mi -rió-
 - No estoy dándote una excusa cliché ¡Es la verdad!
 - ¿No será que "te duele la cabeza"? -bromeó-
 - No te burles...
 - Si quieres vamos a tomar un café antes -continuó- "No te vayas a enamorar de mi ¿Eh?" -la última frase hizo explotar a JK-
 - ¡Deja de tomarme tan a la ligera! -finalmente alzó la voz- ¿Por qué sólo conmigo eres así? Siempre teniendo que reportar tus noticias acerca de tus "gestos románticos" con toda mujer con la cual salías ¿Y yo qué soy, una piedra? ¿Crees que no me gusta tener citas o las declaraciones de amor embarazosas? ¿Crees que sólo estoy para cuando quieres experimentar algo una madrugada? ¡Tú no vas a decirme si puedo enamorarme o no de ti! ¡Así que deja de burlarte de mis sentimientos, que suficiente he tenido ya teniendo que escribir un artículo doloroso!
 - JK... -toda esa verborragia sincera lo había tomado por sorpresa. Ni siquiera le había dado tiempo a pensar una respuesta, que el menor salió corriendo hacia la puerta, huyendo despavorido de la escena- ¡JK! -había intentado atraparlo, pero el periodista siempre había sido experto en huir a toda velocidad-

 Corrió, corrió, y no se detuvo hasta pasadas unas calles que llegó a un parque. Se sentía tan absurdo ¿Desde cuándo no sabía ocultar apropiadamente sus sentimientos? Quería llamar a alguien y pedirle consejo, o al menos desahogarse ¿Pero a quién? La persona que más lo ayudaba cada vez que tenía un conflicto sentimental era Miu, y en este caso era la última persona a la que quería consultar. ¿Tomoko? No, ella no veía a Ryusei nunca y jamás esperó romanticismo de su parte ¿Cómo podría entenderlo?
 ¿Gentaro? Quizá encontraría un consuelo en él, pero le animaría a estar con Shun, y ya lo había estropeado. Kengo seguramente le diría que era su culpa en primer lugar por publicar el artículo y un sermón por no pedirle consejo antes. ¿Yuuki? Estaba en el espacio, podía contactarla pero lejos estaba de poder ayudarlo, la vida amorosa de ella era escasa y también le diría alguna tontería como que bese a Shun a ver qué pasaba. Estaba solo. 
 Finalmente decidió hacer tiempo, el suficiente como para que Shun tomara sus cosas y se fuera. Era lo mejor para los dos. Miró su celular, Shun no le había escrito ni llamado, y tomó aquello como una evasiva. "Es lo mejor" volvió a pensar "o quizá sólo debí acostarme con él y ya", no era necesario lastimarlo o exponerse de esa manera. Sintió cierto miedo de que alguien lo viera y lo reconociera, o que le preguntaran algo sobre su "relación" con Shun, y no estaba emocionalmente bien como para sobrellevar el asunto. Se metió en una discreta cafetería y decidió quedarse ahí cuanto tiempo le fuera posible.
 Pasadas unas dos horas o más, se le acabaron las ideas para hacer tiempo y decidió volver a su departamento. Supuso que Shun se habría ido ya para ese entonces, luego lo llamaría para hablar.
 Abrió la puerta y lo primero que sus sentidos detectaron fue un dulce aroma a rosas. Intentó encender la luz, pero, en lugar de su luz habitual, la lámpara parecía haber sido reemplazada por otra que iluminó la sala como si fuera un planetario, dejando sólo iluminado el techo con estrellas y constelaciones mientras el resto del lugar permanecía en una semi-penumbra, lo suficientemente iluminado como para ver que habían pétalos de rosa por todo el suelo.
 - ¿Qué es todo esto? -miró fascinado el techo, le traía tantos recuerdos, tenía años sin pisar el espacio o reunirse con sus amigos a ver las estrellas y la luna. De pronto una música suave comenzó a sonar- ¿Shun? -fue al origen de la música, el reproductor que estaba en el comedor, claramente el futbolista había preparado todo eso, y ahí estaba, junto a una mesa cuidadosamente preparada a la luz de las velas. Tenía un smoking negro, listo para una fiesta de gala- Shun... ¿Preparaste todo esto en apenas dos horas?
 - JK -sacó un ramo de rosas rojas y se lo dio, viéndole a los ojos- He estado pensando en lo que dijiste y creo que tienes razón. Tú me gustas, de otro modo no me hubiera afectado que ya no quisieras dormir conmigo. Y como me gustas, no quiero que sea sólo algo físico, de verdad, no es lo que crees, no te quiero sólo para experimentar, y todo esto es apenas un poco de todo lo que quiero hacer para demostrártelo. -JK finalmente aceptó el ramo, entonces Shun aprovechó para arrodillarse y sacar una cajita de anillo-
 - ¿¿E-Eh?? -abrió los ojos de par en par, iba en serio y el menor todavía no daba crédito a todo lo que estaba ocurriendo- 
 - Quiero que la noticia que inventamos sobre nuestra relación ya no sea sólo un invento -abrió la cajita, en ella había un anillo de oro, similar a un anillo de compromiso- ¿Quieres ser mi novio, JK? 
 El menor se quedó de piedra con todo eso, ya recordaba por qué Miu lo había dejado, esa intensidad asfixiante de Shun y esa necesidad de hacer de cada acontecimiento un evento cursi la habían cansado. Sin embargo, él siempre la había considerado afortunada, ya que Shun era el único que la trataba como la reina que era. Y ahí estaba ahora, arrodillado, dispuesto a enfocar todas esas atenciones y cursilerías en él, por poco pidiéndole matrimonio sin siquiera haberle besado o tenido una cita con él. 
 - Me encantaría -respondió, abierto a recibir todo el amor, aún intenso o cursi, que Shun tuviera para ofrecerle-
 Al mayor se le iluminaron los ojos. Tomó el anillo de la cajita y se lo puso en el dedo a JK, en tanto sacaba uno idéntico y se lo ponía él en el suyo. "Es casi una boda improvisada" pensó el menor. Acto seguido se incorporó y debió inclinarse un poco para poder darle un beso, ese era el Shun que conocía, el "grandote romántico", de apariencia ruda y buen corazón. Y así permanecieron por largo rato, besándose, para luego tener una cena "romántica" en la que Shun no dejaba de expresar planes a futuro. 
 Por un lado sintió que quizá todo eso se le estaba yendo de las manos. Recordó las conversaciones con Miu y sus quejas luego de terminar con el futbolista. 

[Flashback]

 - Siempre te creyeron afortunada de estar con un hombre tan romántico, Miu -explicaba el periodista, él mismo había tenido que escribir artículos en los que se había sentido celoso del trato tan especial que Shun le daba a Miu. Poco faltaba para que besara el suelo donde su reina pisara-
 - Oh, JK, créeme, no sabes lo que es tener que soportar eso cada día, que el más mínimo detalle sea razón suficiente en su cabeza para hacer o decir algo embarazoso. Varias veces le he insistido para que bajara un poco el nivel de intensidad, no me escucha. 
 - ¿Es eso o...?
 - ¿Gentaro? Es cierto que siempre me ha gustado, y que hubiera preferido estar con un hombre como él en lugar de con Shun, alguien que no me vio nunca como una diosa, sino como su igual. Siempre pensé que él era el verdadero impedimento que yo tenía para estar con Shun y enamorarme de él, pero luego de que empezara su relación con Kengo, yo seguía sin amar realmente a Shun. Sólo entonces me di cuenta de que no era Gentaro el impedimento, era el mismo Shun quien no me atraía. Quizá la tontería de que el rey debía estar con la reina era divertida en la preparatoria, pero cuando eres adulta entiendes que una relación es mucho más que eso.
 - Entiendo... Aún así creo que Shun realmente te amaba, Miu.
 - Yo también lo creo... Pero no siempre puedes estar con la persona que amas... 

[Fin de Flashback]

 Eso era lo que había pasado, esa era la razón por la cual Shun había, de algún modo, "decidido" no ser romántico con él, pensó JK. A fin de cuentas, el ex playboy jamás había dado indicios de que le gustaran esa clase de cosas, sino todo lo contrario, se había esforzado por crear una coraza superficial para que no pudieran lastimarlo. Kengo se lo había dicho ya. Ahora que le había dicho que estaba de acuerdo, nada evitaría que toda esa intensidad fuera dirigida hacia él, y se preguntó si realmente estaba listo para lidiar con eso. Haría su mejor esfuerzo.

 - Me gustaría que vinieras a vivir conmigo, JK -dijo Shun de repente al finalizar la cena-
 - ¿Eh?
 - ¿No crees que convivir sería lo más conveniente para tener una relación cercana? Podríamos desayunar juntos, cenar juntos, dormir juntos... -decía ilusionado-
 - Lo pensaré ¿De acuerdo? 
 - Claro... Sí, es cierto, tienes que organizar varias cosas antes ¿Verdad? -agregó, dando por hecho que no habría respuesta negativa-
 - S-sí... -"¿En qué me he metido?" pensó finalmente. No debió decirle que quería que le tratara como a sus anteriores relaciones, debió pensar dos veces en por qué habían fallado esas relaciones, y ahora estaba comprendiéndolo- Shun, sé que te dije que me gustaban las cosas embarazosas, pero ¿No crees que debemos tomárnoslo con un poco más de calma?
 - Ya todo el mundo da por hecho que estamos juntos, y ahora que realmente lo estamos, podemos dar los siguientes pasos. 
 - Pero apenas estamos juntos hace poco menos de una hora...
 - Pero nos amamos desde hace mucho tiempo.
 - ¿A-amamos...? -¿De dónde había sacado eso? pensó el menor. Cada vez que intentaba avanzar un paso a la vez, Shun adelantaba un salto de varios metros-
 - Sí, yo te amo, JK -confesó con sinceridad- ¿Tú no me amas?
 JK quedó petrificado. ¿Qué diría ahora? ¿Amaba realmente a Shun le pasaría lo mismo que a Miu? Tragó saliva, respondiera lo que respondiera, Shun escucharía lo que quería escuchar. Daba igual ¿O no? 
 - Yo... También te amo, Shun...
 - No suenas tan seguro... 
 No, ciertamente no daba igual. Shun había notado que JK estaba abrumado con todo eso.
 - Me has tomado por sorpresa desde que entré al departamento -confesó- 
 - ¡No lo entiendo! -exclamó repentinamente- Cuando quiero ser atento hago todo mal, cuando quiero ir al grano también hago todo mal ¿Qué debería hacer? Intenté ser romántico y Miu me dejó, intenté ser sutil y Fujisawa me estafó, intenté ser directo contigo y te enfadaste porque no estaba siendo romántico, soy romántico contigo y te abruma que lo sea ¿Por qué nada de lo que intento funciona? -la voz de Shun reflejaba la angustia que estaba carcomiéndole en ese momento-
 - ¡Shun! Cálmate, de verdad te amo, no es mentira ¡Déjame acostumbrarme a todo esto! Nadie me ha tratado así jamás, eres el primero que me dice que me ama -se sonrojó, algo en esa confesión le avergonzaba-
 - Y espero ser el único con ese derecho -su actitud volvió a cambiar, las palabras de JK le habían devuelto el optimismo- ¿Sabes, JK? Antes de Gentaro, cuando te conocí, creí que eras poco más que un chismoso. Y henos aquí ahora -se arrojó a tomarle las manos, haciéndole dar un respingo por la sorpresa- ¡De novios!
 - Sí... Antes de Gentaro no éramos más que un grupo de cretinos... -analizó- 
 - Debería ser nuestro padrino de bodas -bromeó, se notaba que había superado que Miu se hubiera enamorado de Gentaro-
 - Tonto -rió, pero su risa fue interrumpida por un beso- Acepto... No podemos casarnos, pero acepto irme a vivir contigo... 
 - ¿De verdad? ¡Oh, JK! -lo abrazó más fuerte, besándole todo el rostro como un cachorro de labrador- 
 - ¡S-Shun! -definitivamente debía acostumbrarse a eso. No obstante, el abrazo fue subiendo de tono cuando las manos del mayor bajaron, deslizándose por la espalda del otro hasta meter las manos en el pantalón- E-espera...
 - JK, eres tan lindo... -no parecía tener la más mínima intención de detenerse, apretando más el abrazo y llevando sus manos a donde el recorrido le permitiese- 
 - No quiero hacerlo aquí, Shun -dijo completamente rojo, y bastó con eso para que lo tomara de las piernas y lo alzara para llevarlo a la cama. Con eso confirmaba que no se detendría-
 Sólo cuando Shun dejó de besar sus labios y bajó a su cuello, JK pudo ver que incluso su habitación estaba decorada con globos con forma de corazón rojos y dorados. También podía notar, en la semi-penumbra, los pétalos de rosa en todo el suelo y la cama. Se sentía como si estuviera en un cuento de hadas. 
 - Estuviste hasta en el más pequeño detalle -tomó uno de los pétalos-
 - Tú también, JK.
 - ¿Eh?
 - Desde que me llamaste preocupado por lo de Fujisawa, ya van 3 días en que estás ayudándome y conteniéndome, nadie jamás había hecho tanto por mi -volvió a los labios del menor para darle un corto, pero suave beso- y cuando me dijiste que querías que te tratara como solía tratar siempre a mis parejas, supe que contigo podría ser yo mismo. Entonces me di cuenta de lo muy enamorado que estaba de ti, me salvaste varias veces, JK...
 - Shun... -luego de oír aquello, fue JK quien decidió tomar la iniciativa y besar a Shun, tomándolo por el rostro para fundirse en un beso más apasionado. Las dudas que antes le habían invadido se habían despejado y estaba seguro de que quería quedarse a su lado.
 A la mañana siguiente continuaban abrazados. Habrían más abrazos de esos en el futuro, no les costaría acostumbrarse. Al fin y al cabo habían nacido para acoplarse al cuerpo y a personalidad del otro. 

~Fin~

💙 Lady End 💙

jueves, 8 de abril de 2021

Dibujos yaoi: Marvelous x Joe (Gokaiger)

Espero poder hacer más dibujos de este ship y otros más, dibujos "light" y +18 😍💙 

Los dibujos de hoy son para Marvelous y Joe (Gokaiger).


Dibujos YAOI +18 



💙 Lady End 💙

sábado, 3 de abril de 2021

Fanfic: Adel x Takeru (Kamen Rider Ghost)

 Hoy le tocó un lemon a un ship que tengo desde el primer momento en que conectaron mentalmente, Adel y Tenkuji Takeru (Kamen Rider Ghost). En el final me quedé muy triste porque (spoiler alert) Adel muere y Takeru pudo haberse quedado con él (y terminó sin ship por esa razón, parecido a lo que le pasó a Hino Eiji con Ankh), por eso escribo este fic, para darles un buen final a estos dos 💕

 
 [Advertencia: Yaoi] ⚠

Serie: Kamen Rider Ghost
Ship: Adel x Takeru
Advertencias: Lemon (explícito)
No menores de: 18 años

Distintos planos


 Los templos no son lugares famosos por mantener intimidad en ellos, y menos uno tan concurrido como el Daitenkū-ji. Sin embargo, esa noche la tenían para ellos dos, nadie estaba allí aparte de ellos, disfrutando el uno del otro.
 Tener a Adel sobre él era increíblemente placentero para Takeru. Le había atraído desde el primer momento, con esa sonrisa seductora y ojos inteligentes y ambiciosos. No era de extrañar que, luego de la fuerte conexión mental que había habido entre ellos, el contacto físico no se querría hacer esperar.
 Takeru se sentía flotar, como si estuviera en otro mundo, hasta que lo recordó... Adel había muerto, frente a sus ojos, toda esa situación no debía estar sucediendo. 
 - ¡Adel! -despertó, totalmente desconcertado. Estaba en su cama, aún respirando agitado y excitado, pero completamente solo- ¿Fue... fue sólo un sueño? -se lamentó.
 Intentó cerrar los ojos y continuar, pero fue imposible, sólo podía usar su imaginación. Comenzó a tocarse, había quedado demasiado excitado como para seguir durmiendo como si nada y sólo entonces pudo relajarse un poco. Aún luego de descargar todas sus tensiones, no lograría dormirse, la mezcla de emociones, el desconcierto y la tristeza, sumado a esa horrible sensación de soledad, no le permitirían volver a conciliar el sueño esa noche.
 Al día siguiente, el ahora tener un cuerpo humano le pasaría factura, haciendo visible su somnolencia. 
 - Con permisooo -Onari entró a la habitación, asomando la cabeza por la puerta corrediza- ya está el desayuno, Takeru Do...no... -casi tropieza al verle, estaba desnudo y casi completamente destapado- 
 - Mgh... -intentó desperezarse y se percató de su desnudez- ¡Ah, Onari! -se tapó como pudo con las mantas, avergonzado- ¿Por qué siempre abres sin tocar a la puerta?
 - Nada de eso, Takeru Dono -se acercó- no hay nada de vergonzoso en la desnudez de un hombre -dijo con firmeza, pero completamente rojo- 
 - Aún así preferiría tener un poco de privacidad en mi propio cuarto -buscó su ropa con la vista, estaba totalmente desparramada por la habitación, tal y como había soñado que Adel se la había quitado- 
 - ¿Se le hará costumbre dormir desnudo?
 - Sólo no lo hagas ¿Si? -se envolvió en la sábana y juntó su ropa del suelo- bajaré en un momento -hizo un gesto, indicándole que saliera. Onari sacudió un poco la cabeza y, acto seguido, salió, cerrando la puerta tras de sí- vaya que ha sido un sueño vívido para que hasta la ropa haya quedado tal cual lo recuerdo... -se dio una ducha rápida y bajó a desayunar. Allí se encontró con los mismos de siempre, Akari, Onari, Narita y Shibuya- ¡Buenos días! -"no todo es tal cual lo soñé" pensó al ver que el templo nunca había estado vacío-
 - Ni tan buenos, al parecer no dormiste nada anoche -protestó Akari-
 - ¿E-eh? ¿Por qué lo dices? ¿Oíste algún ruido? -preguntó, avergonzado de que pudieran oírle gemir mientras fantaseaba ni más ni menos que con Adel-
 - Lo digo por tus ojeras y tus ojos irritados, Takeru...
 - Ahh, claro, no, no dormí mucho, pero estoy bien. 
 - ¡Takeru! -la voz de Makoto se oyó en el umbral de la puerta-
 - ¡Makoto Niichan! -saludó Takeru- ¡Alain, Kanon! -saludó también a quienes venían detrás- ¿Vinieron de visita?
 - Sí, por eso y porque tengo un asunto que conversar contigo -respondió Alain-
 - Ah, claro, vayamos afuera -Takeru y Alain salieron mientras Makoto y Kanon se sentaron a desayunar con los demás. Una vez en el hermoso parque del templo, pudieron tener algo de privacidad- ¿Qué sucede, Alain? 
 - Tenemos un problema, y es que alguien ha robado la cápsula donde había estado el cuerpo de mi hermano Adel. 
 - ¿Eh? ¿No se deshicieron de eso?
 - No, funcionaba como una suerte de altar en memoria de mi hermano, tenía algunas pertenencias y fotos suyas dentro.
 - ¿Dices que se lo robaron? -Takeru se preguntó si aquello había podido tener alguna conexión con su sueño-
 - Sí, ayer desapareció... Sospechamos que Igor se lo llevó, ya que desapareció también. Ha estado hablando de experimentos para impresionar a Akari, creo que quiere volverlo a la vida... 
 - ¿Y crees que pueda? -preguntó Takeru, ilusionado. Alain frunció el ceño- 
 - Takeru ¿No recuerdas qué clase de experimentos hacía Igor? Tenemos miedo de que use almas humanas para revivirlo...
 - Si lo que quiere es impresionar a Akari, no lo hará... ¿O si? -se preocupó un momento- Hablaré con ella, quizá podamos encontrarlo juntos. 
 - Te lo encargo -pidió, con un dejo de angustia en su voz-
 Takeru volvió con Akari sin contarle a nadie sobre su sueño, había sido vergonzoso, pero no dejaba de pensar que tenía que ver con su conexión con Adel. Explicó la situación lo mejor que pudo, con las mimas palabras que Alain había utilizado.
 - ¡Ese tonto! Cuando lo encuentre va a escucharme -se indignó Akari, dispuesta a poner manos a la obra para dar con su paradero- ¿Puedes traer mi laptop, Takeru? Está abajo.
 - Claro, enseguida -bajó casi corriendo al sótano, la computadora estaba en el escritorio de la joven. Ni bien puso un pie en el último escalón, fue jalado por la muñeca a un lado de la escalera, siendo aprisionado contra la pared. Alguien lo había arrinconado y comenzó a besarle con pasión. Takeru reaccionó defensivamente, pero la fuerza física del otro era superior y, al lograr ver de quién se trataba, reconoció a Adel-
 Esta vez estaba despierto y consciente de que Adel no estaba, o al menos eso se suponía, en ese plano, pero en lugar de apartarle lo abrazó, profundizando el apasionado beso, mientras que el mayor lo tomaba por la cintura y lo pegaba completamente a su cuerpo, metiendo una de sus piernas entre las de Takeru.
 - ¿Takeru? -Akari interrumpió, había bajado a buscarlo-
 - ¿E-eh? -volvió a verse solo, en la misma posición en la que estaba, pero Adel había desaparecido- ¿Q-qué... qué sucedió?
 - Eso es lo que quiero saber -lo miró preocupada- estabas tardando mucho y vine a ver qué sucedía. Oí que estabas sollozando... 
 Takeru se tocó los labios, los tenía húmedos, aún permanecía la sensación de los labios de Adel sobre los suyos.
 - S-sí, estoy bien, es sólo que el sueño me jugó una mala pasada -mintió, no sabía qué decir, a quién contarle o cómo manejar una situación como esa-
 - Mejor descansa un poco, yo me encargaré de Igor, descuida -le dio unas palmaditas en el hombro y se apresuró a tomar su laptop, dejando nuevamente solo al chico en el sótano-
 Una vez solo, Takeru se sentó en el suelo en pose de meditación, allí donde había estado el monolito. 
 - Si Adel está intentando decirme algo, voy a averiguarlo -cerró los ojos y se concentró, del mismo modo que lo hubo hecho alguna vez para meterse en la mente del ganma. Pasados unos minutos, se vio a sí mismo frente a Adel, del mismo modo que la última vez, en un lugar blanco y brillante, solos ellos dos. Sin embargo, esta vez el mayor no hablaba, sino que siempre se aventaba a sus labios, buscando besarlo y tocarlo, como si su único objetivo fuera concretar lo que no había hecho la noche anterior.
 - A-Adel -Takeru intentaba hablarle mientras el otro besaba su cuello y lamía su lóbulo izquierdo, provocando placenteros espasmos en el menor- E-espera, Adel... -quería apartarlo para poder hablar, pero a la vez quería permitirle llegar hasta donde quisiera con él- Adel... N-no, espera, espera -recordó que, así como le atrapó una vez, Akari podía volver y verle en una situación embarazosa accidentalmente- Adel... -finalmente logró apartarlo y hacer que se detuviera, continuaba cerca, pero ahora parecía estar dispuesto a escucharle- ¿Puedes entenderme? -el mayor asintió despacio- ¿Estás... vivo?
 - Aún no... -respondió tranquilo-
 - ¿Cómo que "aún"? ¿Están intentando revivirte? -Adel volvió a asentir, besando con suavidad la mejilla del menor y acariciándole el pelo- ¿Es Igor? -Adel volvió a asentir- ¡Alain tenía raz...! -se vio interrumpido por otro beso en los labios, pero poco duró, la voz de Onari lo sacó del trance-
 - ¡Takeru Donooo! -bajó corriendo las escaleras- Akari encontró a Igor.
 Al oír la advertencia, Takeru lo siguió. Estaba sonrojado y nervioso, si Igor estaba haciendo algo perjudicial, tendría que evitar que Adel reviva, y pensar que nunca podría probar esos besos en el plano físico le entristeció. 
 Llegaron. El lugar estaba ubicado cerca del puente donde Igor y Akari se habían conocido, era un pequeño laboratorio clandestino donde operaba únicamente Igor. 
 - ¡Igor! ¿Qué se supone que estás... haciendo...? -Akari y Takeru se detuvieron bruscamente, tras ellos estaba todo el grupo reunido como siempre, Alain, Makoto, Onari, Kanon, Shibuya y Narita-
 - ¡Akari! -se sorprendió al verla y al grupo invadiendo el laboratorio- ¡¡No toquen nada!! -advirtió fervientemente-
 Detrás del científico podía dilucidarse el cuerpo de Adel, o al menos su silueta, brillando dorada sobre su cápsula. A su vez, la cápsula estaba conectada a una gran máquina que se alimentaba con algo pequeño, como una moneda, se trataba de una medalla cell.
 - Ejem, ejem -Igor se acercó a Akari, medio sonriente, orgulloso de su experimento- ¿Qué te parece mi máquina "revividora"? ¡No gasta una sola alma humana! ¿Qué me dices ahora, eh? 
 - ¿¿Qué le estás haciendo a mi hermano?? -Alain se acercó indignado, pero Akari le cortó el paso- 
 - ¡Una medalla Cell! Había leído sobre ellas, se puede extraer un gran poder en base a los deseos del individuo ¿Verdad? ¿De dónde la sacaste? Tengo entendido que no son de este mundo... -Akari lucía impresionada, lo cual enorgulleció a Igor-
 - Siempre tan lista -halagó- en mi último viaje me encontré con un hombre que me la ofreció, creo que se apellidaba Kougami, -recordó- me advirtió que sólo tenía hasta la medianoche para comenzar mi experimento y me puse manos a la obra. Lo comprendí porque dijo "Happy Birthday", y hoy, como saben, es el cumpleaños de Adel. -se acercó al cuerpo aún no completo del mencionado- El mecanismo es sencillo y no ocupa almas humanas en absoluto, funciona con... deseos...
 - ¿Deseos? -Takeru se acercó, interesado-
 - Sí, deseos... -señaló las pertenencias de Adel dentro de la cápsula- como no sé cuáles fueron los últimos deseos de Adel, tuve que poner sus cosas allí, pero su cuerpo va recuperándose a medida que los últimos deseos de Adel se cumplen.
 - ¿Los últimos... deseos? -Takeru sintió un cosquilleo en el estómago-
 - Ya sabes, todo lo que Adel deseaba hacer en vida antes de morir, por supuesto que hablo de luego de querer unificar el mundo Ganma -rió nervioso- 
 - ¡Ahora lo entiendo! -interrumpió Alain- Yo anoche soñé con él, me decía que estaba haciéndolo bien, que el mundo Ganma era perfecto tal y como yo estaba gestionándolo -sonrió, saber que no había sido sólo un sueño era reconfortante- 
 - Yo también tuve una sensación extraña -esta vez fue Makoto el que habló- no pude verlo, pero le oí decir que estoy cuidando bien de Kanon, Alain y Alia, y que continúe ese camino...
 - Entonces no son malos deseos -observó Akari- no creo que haya riesgo de que se vuelva malvado otra vez -sonrió a Igor con dulzura- buen trabajo -el halago fue suficiente como para que el científico cayera al piso, semi desmayado, con una sonrisa de oreja a oreja- ¿Igor? ¡Igor! 
 Estaban abanicándole para que reaccione, pero el único que no se había movido de su sitio era Takeru, pensando en todo lo que acababa de oír. ¿Por qué a Alain y Makoto les había hablado y a él sólo se había dedicado a besarle y tocarle? ¿Acaso ESE había sido el último deseo que había tenido con él? 
 Una mezcla de emociones le invadió, era agradable saber que uno de los últimos deseos de Adel era hacerlo suyo, pero por otro lado ¿Qué tal si sólo quería acostarse con él y eso era todo? No le había dirigido la palabra prácticamente, y casi habían consumado el acto la primera vez, de no haberse despertado. Suspiró. Esperaría a regresar a la intimidad de su cuarto para intentar concretarlo, ahora hasta el final, ya habría tiempo para pedir explicaciones luego cuando volviera a la vida. Sonrió, viendo el brillante cuerpo flotando sobre la cápsula. 
 Pronto volvería a verle.

 La noche había caído sobre sus cabezas, todos estaban en sus respectivas habitaciones a excepción de Akari, la cual se había quedado junto a Igor, ayudándole con su experimento y vigilando los progresos. Alain, Makoto y Kanon compartían otra habitación, Narita y Shibuya se habían quedado a dormir en el sótano, y Onari tenía un kotatsu en el comedor. 
 Takeru decidió darse una vuelta por cada habitación, asegurándose de que todos dormían o que estaban lo suficientemente ocupados como para no interrumpirle. 
 Al primer lugar que se asomó fue al sótano, donde Narita y Shibuya habían terminado de acomodar dos shikibuton*, uno pegado al otro, un enorme oso de peluche a un lado y unos snacks en un bowl. Ambos chicos, pareja desde que eran adolescentes, miraban videos en uno de los celulares, tapados con un kakebuton* mientras se hacían arrumacos y se besaban de vez en cuando. A Takeru siempre le había enternecido el noviazgo de esos dos, siempre juntos, nunca se peleaban, siempre velaban por el otro. Realmente dudaba que fueran a salir de ahí, por lo que siguió su recorrido, el próximo destino era la habitación de Alain, Makoto y Kanon. 
 Se asomó con mucho cuidado, sabía que Makoto tenía sentidos muy afilados y pillarle espiando hubiera sido vergonzoso e irrespetuoso, sin embargo lo que vio le terminó incomodando más a Takeru. Kanon preparaba unos takoyakis en la máquina portátil mientras, apenas a un metro de distancia, Makoto besaba a Alain como si éste fuera su cena, en tanto la jovencita, ya casada con Alain, parecía no molestarle en absoluto. Prefirió evitar ver aquello, le resultó muy extraño, pero sólo entonces comprendió por qué vivían los tres juntos y en su habitación (la cual pensó que sólo ocupaban Alain y Kanon), tenía una cama grande solamente. Ciertamente no era quién para juzgar, pero eligió hacer ojos ciegos y oídos sordos.
 Por último, chequeó que Onari durmiera y, en efecto, eso fue lo que vio. Sin embargo, estaba fingiendo. Ni bien Takeru salió del comedor, Onari lo siguió. Se había dado cuenta de la extraña expresión de Takeru cuando hablaban de Adel en el laboratorio, y quería averiguar de qué se trataba todo eso. 

 Takeru finalmente regresó a su habitación y, aunque se dio un baño relajante, no podía dejar de estar ansioso por ver a Adel y cumplirle su "deseo". Jamás había sabido de nadie que le deseara de ese modo y se sentía bien, era una sensación agradable.
 Esta vez no lo tomaría por sorpresa, razón por la cual se desnudó completamente y se acostó, cerrando los ojos para intentar "meditar", aún en esa posición. El cansancio le ayudó a quedar en ese estado de semi-inconsciencia, ideal para un encuentro como el de horas atrás. Y funcionó. Habían pasado apenas unos minutos, cuando sintió unos labios contra los suyos y una mano deslizándose desde su cuello hasta su zona baja.
 - Adel... -dijo en voz baja, pero lo suficientemente fuerte como para que Onari lo escuche-
 - ¿Entonces también tuvo un encuentro espiritual con Adel, como Alain y Makoto? -se preguntó Onari, pero su panorama cambió al verle destaparse. Estaba notoriamente excitado, gemía gustoso y se retorcía como si estuviera recibiendo toda clase de atenciones que el monje no podía ver desde su perspectiva- T-Takeru Dono...
 El Kamen Rider estaba dispuesto a llegar hasta el final con Adel esta vez, se había reservado ese momento para ellos y lo disfrutaba tanto como su etérea pareja sexual. Adel estaba masturbándole mientras recorría el cuello y mejilla del otro con su lengua, provocando pequeñas y placenteras descargas eléctricas a su paso. Takeru, por su parte, sólo se dejaba hacer lo que el mayor quisiera, sin oponer resistencia alguna y con sus brazos extendidos como si se hubiera entregado al otro sin más. 
 Onari, por su parte, sólo observaba. Era la primera vez que veía de ese modo a Takeru e involuntariamente aquella vista le había excitado lo suficiente como para provocarle molestias allí abajo. Quería tocarse, hacerlo mientras veía todo lo que Takeru tenía para ofrecer, pero estaba en una posición embarazosa, si lo atrapaban masturbándose mientras espiaba a Takeru sería su fin en ese templo. Lo pensó mejor y salió corriendo al baño, se quedaría con lo poco que había visto y continuaría su faena en solitario, dejándoles en paz.
 Takeru, ignorando todo lo que sucedía afuera, continuaba disfrutando de Adel, el cual parecía que se materializaría ahí mismo si continuaba de ese modo. 
 Ansioso de aumentar la cercanía, abrió sus piernas y casi le suplicó que lo penetrara, provocando que Adel se relamiera al ver al humano más poderoso tan a su merced. Y no le hizo esperar, embistiéndole despacio pero sin mucho cuidado, como si, muy en el fondo, aún le guardara un poco de resentimiento. 
 Takeru emitió un sonoro gemido, olvidando por completo si alguien podía oírle o no, ya estaba demasiado concentrado en su propio placer como para importarle. Continuó gimiendo  y suspirando a medida que Adel entraba y salía de él sin piedad, tal y como la noche anterior, pero ahora lo sentía más real, como si se tratara de contacto físico genuino. Y se complementaban perfectamente. Mientras que Adel lo tomaba con fuerza y brusquedad, Takeru disfrutaba ese lado "sádico" del mayor, ese dolor que precedía al placer y sentirse sometido bajo el cuerpo de un hombre tan deseable como lo era el ganma. 
 Sin necesidad de hablar, Adel decidió cambiar de posición, girándose para dejar a Takeru encima suyo, tomándolo por las caderas para obligarlo a moverse. El menor obedeció y pudo ver al otro cada vez menos transparente, lo sentía incluso menos etéreo que antes, el ambiente había cambiado y hasta parecía que había entrado más profundo en él en esa posición. Dispuesto a provocar en Adel tanto placer como sus deseos necesitaran, comenzó a subir y bajar, a su ritmo y sin pausas, disfrutando él también de cada movimiento que hacía, hasta que las manos inquietas de Adel comenzaron a tocar las zonas más sensibles del rider, acelerando el proceso y provocando que se viniera sobre el otro. 
 - No debiste... tocarme así... -dijo entre jadeos, completamente agotado, pero percatándose del hecho de que Adel, con una media sonrisa, se veía materializado por completo-
 - Te haré lo que yo quiera, porque ahora me perteneces -respondió contundente antes de volver a colocarse sobre él, aprisionándolo contra el futón y embistiéndolo con fuerza repetidas veces hasta que él también llegara al clímax, corriéndose profundamente en el otro- 
 Takeru sintió un temblor que recorrió todo su cuerpo, lo había sentido todo de principio a fin y se preguntó si era el cuerpo físico de Adel el que tenía ahora encima suyo. Pronto tendría la respuesta. 
 - Ad.. -intentó hablar, pero los labios del mayor se apoderaron de los suyos, con tanta pasión que hasta parecía que buscaba una segunda ronda- A-Adel -intentó hablar entre besos. En efecto, el ganma parecía querer hacerlo por segunda vez, pero Takeru estaba agotado- E-espera -logró hablar cuando los besos bajaron de su boca a su cuello- ¿Estás... vivo otra vez? -se animó a preguntar, provocando que al fin el mayor se detuviera y mirara todo el panorama a su alrededor y no sólo a Takeru- 
 - ¿De qué hablas...? -abrió los ojos de par en par, recordando todo lo sucedido antes de morir  y posterior a su muerte- Ahora recuerdo... -se apartó un poco del menor, parecía haber perdido toda la pasión que desbordaba segundos antes- Puedo sentir mi corazón latiendo -se tocó el pecho, aún estaba agitado por las relaciones sexuales previas y su corazón latía rápidamente- 
 - Adel... -se arrojó a abrazarlo, estaba enamorado de él y, ahora que habían conectado sus almas completamente no quería que se separaran- Quédate conmigo, por favor... 
 - ¿Por qué querrías que lo hiciera?
 - Porque te amo... Adel -lo miró a los ojos- Te amo... 
 Adel se quedó algo atónito con la declaración, era la primera vez que alguien ajeno a su círculo familiar cercano le decía que lo amaba o le demostraba su amor de forma tan directa. Sabía que no era mentira, con Takeru se sentía amado y, viendo dentro de sí mismo, estaba seguro de que él también amaba al humano.
 - Me amas... -sonrió- Yo también te amo, Tenkuji Takeru -confesó antes de volver a besarle, con un poco más de calma que antes, como si esta vez quisiera disfrutar en lugar de desatar su pasión de nuevo- 
 - No quiero que te vayas -rogó, escondiendo el rostro entre el cuello y hombro del mayor. Takeru sabía que Adel no pertenecía a ese mundo, y él tampoco pertenecía al mundo ganma... pero no quería perder la oportunidad de tenerlo cada día a su lado, en lugar que "cada tanto", como sucedía con Makoto, Alain y Kanon-
 - Alain está haciendo un buen trabajo en el mundo Ganma, no me necesitan ni yo a ellos, no más de lo que nos necesitamos nosotros -su relación con Takeru y su conexión mental, física y espiritual era lo que más se había acercado nunca a su definición de perfección, y no perdería eso por nada-
 - ¿Entonces te quedarás aquí a mi lado? -preguntó, sonriendo entusiasmado antes de tirarse sobre el otro como un cachorro emocionado- Estaremos bien, te lo prometo...

 Sería un recorrido difícil, pero lo recorrerían juntos. Ya sea que estuvieran en distintos planos o mundos, nada podría volver a separarlos...

~Fin~


* Shikibuton y Kakebuton: Cama y acolchado japonés que se utilizan directamente en el suelo.








Nota de la autora: ¿No creen que Hiryu Kakogawa, de Kamen Rider Zi-O, parece el hijo de Takeru y Adel? (LOL) 


💙 Lady End 💙

miércoles, 31 de marzo de 2021

Fanfic: Zack x Peco (Kamen Rider Gaim)

Esta vez decidí crear un fic de una de mis parejas favoritas. Me gustan mucho los personajes secundarios, y quiero darles su debida importancia 💖 espero que lo disfruten.


 [Advertencia: Yaoi] ⚠

Serie: Kamen Rider Gaim
Ship: Zack x Peco
Advertencias: Lemon
No menores de: 16 años


Confesiones


El exquisito aroma a comida casera inundaba la cocina de la modesta familia de hermanos. 
 - ¿Qué huele tan bien, hermana? -Peco se acercó a ver la copiosa olla llena de comida-
 - Oyakodon -respondió con una sonrisa-
 - ¡Genial, se ve muy bien! -"olfateó" un poco el aire, satisfecho con el resultado- Lástima que Zack no está aquí, es su comida favorita.
 - Llegará pronto, preparé esto especialmente para él -alardeó un poco, ante lo cual Peco alzó las cejas-
 - ¿Será que...? -se acercó, juguetón, picándola con el dedo- ¿Ustedes...?
 - No -rió- bueno, quizá aún no... -se giró, estaba notoriamente sonrojada- He estado pensando mucho últimamente, y... me di cuenta de que ya no veo a Zack como antes... -confesó ella- Ha madurado tanto, se ha convertido en todo un hombre ya.
 - No me había percatado de eso... -Peco se detuvo, pensativo- 
 - A ti no te molesta ¿Verdad? 
 - ¿Que salgas con Zack? ¡En absoluto! Zack ya es parte de la familia -antes de poder continuar, el timbre sonó- Debe ser él, iré a abrirle -corrió a ello, se sentía feliz de que, probablemente, Zack incluso terminara siendo invitado a vivir allí, luego de lo de Shura, sabía que alejarse de Zack le desmoronaba- ¡Zack! -saludó con una sonrisa que el moreno enseguida correspondió-
 - Peco -Zack le hizo un breve cariño en el hombro antes de pasar, dejando sus zapatos junto a la puerta como ya había hecho cientos de veces- ¿Qué huele tan bien? 
 - ¡Ya lo verás! -soltó otra risa, realmente eran tan iguales como para repetir la pregunta que él había hecho minutos antes. Al llegar al comedor, se ubicaron en la mesa- Zack... -se mostró sobreinteresado en la respuesta antes de elaborar la pregunta- Si te gustara alguien, me lo dirías ¿Verdad? 
 - Mmm... seguramente esperaría el momento adecuado y eso haría, claro -respondió algo dubitativo, a fin de cuentas ya le gustaba alguien y no se lo había confesado aún- ¿A qué vino eso?
 - Ah, nada nada -se apresuró a levantarse de la mesa y ayudar a su hermana con los cubiertos y la bebida-
 Estando allí aprovechó a mirarlo bien. Azami tenía razón, Zack ya no era ningún niño, se había vuelto un hombre fuerte y atractivo, mientras que no se vio a sí mismo madurando a la par. Pronto su propia hermana le confesaría sus sentimientos y, conociendo a Zack, él le correspondería. Era cierto que Zack era más cercano a él que a su hermana, pero ella era muy bonita y dulce, serían una pareja de ensueño si se enamoraban. Y, pensando aquello, se ocupó de servir el cuenco de oyakodon y repartir los cuenquitos más pequeños para servir individualmente.
 - ¡Se ve muy bien! -nuevamente Zack repetía una frase previa de Peco- Y también huele delicioso.
 - ¿Verdad que sí? 
 - Espero que te guste, Zack -Azami sonrió, por primera vez en plan "seductor", hundiéndose un poco en sus hombros, pero el moreno no se percató de eso-
 - Seguro que sí, Azami, déjenme ayudarles -tomó uno de los cuencos y se dispuso a servir junto a la joven. Peco volvió la mirada hacia Zack otra vez, éste llevaba una camisa negra con los primeros dos botones sueltos, dejando ver un poco de su cuello y torso, realmente no se había percatado de lo atractivo que era- ¿Peco? -no obtuvo respuesta- ¡Peco!
 - ¿Eh? -parecía salir de un trance- 
 - ¿Estás bien? -le acercó la porción de comida, a diferencia de la situación con Azami, reparó enseguida en el hecho de que Peco se había quedado suspendido en quién sabe qué pensamientos mientras le miraba el pecho-
 - ¡Sí! Es que se ve todo tan delicioso que... no importa -se ruborizó un poco, y más aún cuando Zack rió-
 - Pero me veías a mi, no a la comida, dudo ser más delicioso que el oyakodon de Azami -bromeó, haciendo ahora enrojecer al menor- 
 - Bobo -acostumbrado a que le hiciera esas bromas con doble sentido, le arrojó una servilleta como respuesta que Zack atrapó en el aire, aún entre risas. Al igual que antes, notó el sonrojo de Peco, pero no el de Azami- 
 La cena transcurrió y concluyó de forma amena, como siempre que Zack era invitado allí, pero los tres sabían que, de algún modo, esa noche pasaría algo diferente, una confesión esperada, o quizás inesperada...
 - ¡Yo lavaré los platos! -se apresuró a decir Peco, juntando todo rápidamente de la mesa para irse pronto del comedor- Los dejo solos... -dijo con una sonrisita antes de salir en dirección a la cocina-
 - P-pero... -Zack quiso ofrecerle ayuda, pero el menor se había adelantado- ¿Peco está bien?
 - Sí, se fue porque sabía que yo quería hablar contigo.
 - ¿Conmigo? ¿Sobre qué? ¿Sobre Peco?
 - B-bueno, en cierto modo le concierne, pero...
 - En ese caso yo también quería hablar contigo hace un tiempo... Quería... -suspiró- Confesarte algo... -Zack miraba a los ojos a la joven, la cual supuso que quizá se le declararía él primero, adelantándose, se preparó mentalmente para ello- 
 - Dime... -sonrió, algo acalorada-
 - Estoy -tragó saliva- enamorado de Peco -soltó sobre Azami como una cubeta con hielo- 
 - ¿De... de Peco...? -se quedó un momento en shock, de todo lo que podía suceder esa noche, eso era lo último que esperaba escuchar-
 - Sí, y hace tiempo quiero decírselo, pero no estoy seguro de cómo, o de qué forma asegurarme de que él siente lo mismo por mi. ¿Azami? 
 - Ah... él... él... -quería echarse a llorar, era cierto que se había salvado de ser rechazada, pero era doloroso, saber que se había enamorado de un hombre cuya felicidad estaba junto a otro hombre, ni más ni menos que su propio hermano. Decidió apartarse, los quería lo suficientemente a ambos como para ayudarles a estar juntos- Peco no sospecha en lo más mínimo de tus sentimientos -explicó, procurando calmarse-
 - Supongo que las indirectas no surten efecto en él -sonrió, enternecido- me dejaré de sutilezas entonces. Gracias por decirme esto Azami. ¿Tu de qué querías hablar?
 - D-de esto mismo -mintió- era imposible no darse cuenta -volvió a mentir, no arruinaría su amistad con Zack, menos ahora- iré a la cocina a decirle que ya hablamos -carraspeó- ¿Hoy te quedas a dormir? 
 - Si no es molestia.
 - Nunca lo es, ya regreso -caminó arrastrando un poco los pies a la cocina, donde Peco la esperaba expectante por saber la respuesta obtenida- No pude decirle nada. A Zack... le gusta otra persona.
 - ¿Qué? No puede ser, me lo hubiera dicho -se quejó el menor ante la idea de que Zack le rompiera el corazón a su hermana-
 - Eres tú quien le gusta, Peco -reveló, dejando boquiabierto a su pequeño hermano- pero no le digas que te dije, estoy... traicionando su confianza.
 - ¿Y-yo le... le gusto a Zack? -aún mantenía la sorpresa ¿Cómo podía gustarle él y no Azami? ¿Cómo podría preferir estar con él, en lugar de tener una pareja de ensueño con una chica hermosa como lo era su hermana? Sencillamente no lo comprendía-
 - No sólo le gustas, está enamorado de ti -agregó- 
 - ¿Qué? -casi tira los platos al piso- ¿Y qué debo hacer? 
 - Que no sepa que te dije -juntó las manos, suplicante-
 - ¿Y cómo se supone que disimularé con...? -sacudió la cabeza, estaba abrumado, necesitaba regresar a su habitación. Al salir, casi se choca con Zack, quedando a pocos centímetros de él. Cayó sentado del susto- ¡Zack! 
 - ¿Azami ya te lo dijo? 
 - ¿¿Eh?? N-no... no me dijo nada.
 - Oh, que me quedaré a dormir esta noche -ayudó al menor a levantarse- 
 - Ahh, claro, no te preocupes -no entendía por qué de pronto no sabía cómo comportarse con Zack, era su mejor amigo, pero ya no era lo mismo, y no tenía ni idea de cómo reaccionar ¿Qué debería hacer? Rechazarle lo heriría, aceptarle heriría a su hermana, sacudió su cabello, despeinándose un poco-
 - ¿Estás bien, Peco? 
 - Sí, de hecho... Esto... ¿Vamos a la azotea a practicar? 
 - No sé si sea bueno bailar después de comer.
 - ¡Lo necesito! Por favor -en realidad lo que más necesitaba en ese momento era aire fresco-
 - Claro, vamos -como en su mayoría de veces, Zack procuraba complacer los caprichos del menor. Subieron- la noche está muy hermosa ¿No crees?
 - Sí, hay un viento agradable -dio un respingo al sentir la mano de Zack sobre su hombro, era habitual en él, pero ahora se sentía a la defensiva al respecto- 
 - Lo siento, no quise asustarte -justificó entre risas, al sentir el saltito del otro- ¿Quieres que traiga el reproductor de música para practicar?
 - No, ya no quiero hacerlo -respondió, ante lo cual Zack volvió a reír, notoriamente de buen humor- ¿Sólo querías estar a solas conmigo?
 - ¿¿Eh??
 - Bromeo -le acarició la cabeza con dulzura, sin dejar de sonreír, no obstante Peco ahora percibía esas "indirectas" de otro modo, sabía que no era ninguna broma. Por otra parte, Zack quería abandonar las sutilezas, pero el miedo al rechazo de parte de una persona tan esencial en su vida le hacía retroceder dos pasos por cada uno que avanzaba- Hace un rato me preguntaste "¿Si te gustara alguien, me lo dirías, verdad?", y me gustaría hacerte la misma pregunta -metió ambas manos en los bolsillos y miró directamente a la luna, no quería que Peco se sintiera presionado ante la pregunta-¿Tú me lo dirías?
 - Bueno... -sabía perfectamente hacia dónde iba la pregunta, estaba metido en un gran lío respondiera lo que respondiera, si decía que sí, Zack pensaría que, de sentir algo por él, ya se lo hubiera dicho, pero si respondía que no, sólo podía ser que no confiaba en él para contárselo, o que le gustaba alguien en secreto y eso era carta blanca a que pensara que podía ser cualquiera- ¡Yo también esperaría el momento adecuado! -copió la respuesta de Zack pero no estaba seguro de que eso haya sido una buena idea, a fin de cuentas ¿No había sido esa la respuesta de Zack porque la persona que le gustaba era quien había hecho la pregunta? Había pisado su propio pie con esa respuesta- 
 - Ya veo... -Zack se acercó, ahora con el objetivo de mirarlo a los ojos- ¿No crees que este es un momento lo suficientemente adecuado? 
 - N-no -tragó saliva ¿Cómo se había metido en eso? Hasta hacía unas pocas horas, asumía que Zack iniciaría una relación con Azami ¿Y ahora se trataba de él? Bajó la mirada, no podía dejar de pensar en que su hermana quizá estaría llorando en ese momento y no podía hacerle eso, no la noche que ella había planeado y se arruinó- ¡V-vámonos, tengo frío! -se sobó los brazos exageradamente, apenas si estaba fresco, pero quería postergar todo cuanto le fuera posible-
 - Claro -suspiró- estás actuando muy extraño -lo detuvo antes de que pudiera regresar, tomándolo por los hombros y obligándole a mirarle a los ojos nuevamente- Saliste distinto de la cocina, cuando Azami fue a por ti, te contó lo que hablamos ¿Verdad? -Peco no pudo sostener la mirada y negó con la cabeza mirando hacia el piso, mordiéndose los labios- No sabes mentir, Peco.
 - S-sí me lo dijo pero ¡Por favor no te enojes con ella! No estaba traicionando tu confianza, es sólo que...
 - Descuida, no estoy enojado con Azami -sonrió con sinceridad, convenciendo al menor con eso- Todo lo que quiero ahora es saber tu respuesta.
 - ¿Respuesta?
 - Sí. Lo cierto es que he estado sintiendo cosas por ti desde que volví de Nueva York -exhaló- de eso ya ha pasado un año, por lo que llevo ese tiempo viéndote de otra manera.
 - Zack...
 - Cuando quisiste quedarte junto a Shura sentí que mi sangre hervía, por un momento hasta pensé que él te gustaba, porque no podía explicarme a mi mismo por qué elegías quedarte junto a él en lugar de venir conmigo, y cuando me dijiste cómo te sentías realmente, sentí un alivio en todo el cuerpo. Luego no podía dejar de pensar en eso, mientras me recuperaba en el hospital, y tú y Azami me cuidaban, sólo podía pensar en esos sentimientos, en ti, todo nuestro recorrido juntos y lo mucho que me importas.
 - ¿Y por qué yo y no Azami? Ella... ella es tan importante para ti como yo, también se preocupa por ti, es más hermosa, amable, hasta puedes casarte con ella y tener hijos, yo en cambio...
 - Peco -rió- a mi no me gustan las mujeres.
 - ¿¿¿Eh??? -la revelación lo había dejado boquiabierto-
 - Pensé que lo sabías ¿O acaso alguna vez me mostré interesado en una?
 - Siempre pensé que te gustaba Azami...
 - Siempre te he mirado a ti, Peco, intenté hacértelo ver con muchas indirectas, pero claramente no funcionó.
 - ¡Pensé que esa era tu forma habitual de bromear! -enrojeció, recordando todas esas situaciones doble sentido en las que Zack lo había metido, las cuales ahora tenían su explicación- 
 - Pero ya me dejaré de sutilezas -acarició el rostro del menor, acercándose un poco más- Te amo, Peco -soltó con suavidad- y sin importar si me correspondes o no, mis sentimientos por ti no cambiarán. 
 - Zack... -era la primera vez que alguien le confesaba su amor. Siempre se había imaginado que sería alguna de las chicas de los grupos de baile o que sucedería cuando trabajara, que recibiría una carta de amor o un chocolate en san Valentín- ¡Es que Azami...!
 - ¿Por qué insistes con Azami? -recordó lo sucedido en el comedor, ella había intentado decirle algo antes de que él interrumpiera- ¿Será que...? 
 - Sí, ella iba a confesarte su amor por ti, esta era SU noche especial, ella ahora debe estar triste por mi culpa.
 - No es tu culpa, Peco, aún si no me enamoraba de ti, no me hubiera podido fijar en ella de todos modos -se excusó- ¿Es por eso que no te gusto? Querías que yo esté con ella y por eso no te fijaste en mi...
 - ¡No es...! No es que no me gustes... -dijo en voz casi inaudible- Es que todo esto me tomó por sorpresa, no he podido procesarlo aún... 
 - Entiendo -sonrió, de algún modo satisfecho con la respuesta- en ese caso por hoy será mejor que me vaya.
 - ¿Por qué? 
 - Si me quedo a dormir aquí, podría incomodarte. -explicó- Vendré cuando tú me digas, y tengas para entonces lista una respuesta -concluyó, revolviéndole el cabello a modo de cariños. Sin darle mucho tiempo a detenerle, se fue, despidiéndose amistosamente de Azami en el camino- 
 Peco se quedó en silencio, solo, en la azotea, pensativo al respecto de lo que acababa de suceder. Su mejor amigo le había confesado su amor, y no sólo eso, sino que había sido la primera declaración de amor que nadie le había hecho nunca. Cerró los ojos, pensó en todo lo que había pasado junto a Zack desde que comenzaron a bailar juntos, siempre había estado a su lado, y Azami tenía razón, había madurado, era un hombre, atractivo sin dudas y fuerte en todo sentido. Se imaginó en una relación con él, sus vidas no cambiarían mucho más allá del contacto físico que pudiera haber entre ellos. Enrojeció, recordó el cuerpo de Zack, tenía una figura envidiable y hermosa piel bronceada y suave, seguramente sus besos fueran tan apasionados como lo era él en todo lo que intentaba. Respiró profundo, jamás había pensado en Zack de esa manera, pero le satisfacía hacerlo, las hormonas también hablaban por él. 
 - ¿Qué pasó? ¿Por qué Zack se fue? -preguntó Azami, preocupada- ¿Lo rechazaste?
 - Hermana -se giró rápidamente, dándole atención y despejando su mente de esos pensamientos- No, bueno, no exactamente, me dijo que le gustaba -evitó usar la expresión "amaba"- y quedó pendiente responderle ¡No sabía qué hacer! De verdad lamento mucho todo esto, hermana, de haber sabido que a Zack no le gustaban las chicas te lo hubiera dicho de inmediato.
 - Tranquilo -sonrió, se la veía aún algo triste- supongo que debí notarlo, pero estaba demasiado distraída para captar las señales, sólo ahora que lo he pensado fríamente pude percatarme de todo eso. 
 - Lo siento mucho...
 - Deberías aceptar sus sentimientos, Peco -aconsejó- creo que ambos podrían ser muy felices juntos, y yo seré feliz mientras ustedes lo sean. 
 - Hermana... -la abrazó- 
 - Pero dime ¿A ti te gusta Zack? o que diga ¿Te gustan los hombres, Peco?
 - N-no estoy seguro, nunca me detuve a pensar en eso.
 - Porque si él me rechazó porque no le gustan las mujeres, y tú le rechazas porque no te gustan los hombres, estamos en una encrucijada ¿No crees? -no pudo evitar reír con la situación-
 - ¿Verdad? -también le divirtió la analogía por lo irónico que resultaba, pero por cómo había estado pensando en Zack momentos antes, supuso que al menos un poco los hombres debían gustarle- En realidad, debo confesar que... No se lo he dicho a nadie, pero Kaito de algún modo me gustaba... ya sabes, lo consideraba muy atractivo ¡Y estoy seguro de que Zack también pensaba lo mismo!
 - Es muy probable -suspiró- ustedes tres eran muy unidos -se quedó pensando-

 Finalmente regresaron adentro y la noche transcurrió sin más sorpresas, esa noche a Peco le costaría más dormir, se había quedado pensando en Zack toda la noche, sin saber que a Zack le había pasado lo mismo.
 El moreno se sentía algo mal y culpable por Azami, era su mejor amiga. Pero era muy hermosa, no le costaría encontrar otro hombre que se fije en ella , seguramente ya habrían incluso sin que ella supiera. Suspiró. Se preguntó qué haría si Peco le rechazaba. Lo mejor, dado el caso, sería alejarse un tiempo, sería muy doloroso, pero más lo sería estar cerca de él y pretender actuar como si nada hubiera sucedido. Respondiera lo que respondiera, era un punto sin retorno, todo cambiaría a partir de allí.

 Los días pasaron, uno, y otro, y otro, hasta que transcurrió una semana de la confesión de Zack. Durante ese tiempo, Peco intentaba descubrirse un poco a sí mismo y comprobar cuánto le gustaban los hombres, o más claro aún, cuánto le gustaba Zack. Cada vez que tomaba el teléfono, decidido a darle una respuesta positiva, algo dentro suyo le carcomía en nervios y decidía pensarlo un poco más. Imaginaba una vida junto a Zack y le resultaba agradable, incluso deseaba que él le de su primer beso, pero recordaba que una relación no se conformaba sólo por estar juntos y besarse, y pensar en tener su primera vez con un hombre le aterraba un poco. Aquello era lo único que le cohibía ¿Qué haría llegado el momento? ¿Y si no le gustaba? Había visto un poco de porno gay y eso había sido peor, asustándole aún más. No sabía qué hacer, por lo que llamó por teléfono a la única persona que podía entenderle y aconsejarle, Hideyasu Jonouchi.
 - ¿Y qué piensas? -preguntó, habiéndole explicado todo el panorama-
 - Mmm, creo que estás exagerando, si te gusta sólo dile que sí y ya.
 - ¡Pero y...! Lo otro...
 - No tienes que acostarte con él inmediatamente, Peco, dile que espere a que estés listo y, si te quiere realmente, esperará. Y llegado el momento, dile que sea gentil contigo, créeme, es importante que lo hagas -se sobó el trasero, recordando lo brusco que solía ser Oren con él. En el fondo le gustaba y lo disfrutaba, pero las consecuencias le hacían lamentarlo luego- 
 - ¿Entonces debería decirle que sí ya?
 - La vida es más corta de lo que crees, Peco -exhaló pesadamente- y no sabes el impacto que tendrá en él o en ti, dejar pasar esta oportunidad... -recordó a Hasse, y cómo su rechazo le llevó a comer el fruto de Helheim y morir como un animal sin conciencia- 
 - ¡Tienes razón! Gracias Jonouchi, me has ayudado mucho -agradeció, para luego despedirse y colgar- le diré que espere a que esté listo, si me quiere, esperará, Zack jamás me forzaría a hacer nada. -afirmó para sí mismo, y era cierto, lastimarle sería lo último que el moreno haría-
 Estaba decidido, sólo le faltaba decidir dónde y cuándo le diría que sí. Debía ser un lugar privado, no quería tener su primer beso en frente de nadie, quería que todos se enteraran cuando él se los dijera, no porque lo vieran, sólo Zack vería su sonrojo, nadie más.
 Tomó el teléfono nuevamente, pero no se animó a llamarle, por lo que, a través de un mensaje, le citó en el garage de Baron a la tarde, advirtiéndole que tenía ya su respuesta. Zack, al leerlo, le pareció un sitio un tanto concurrido para responder algo como eso, pero, a sabiendas de que no habría nadie ahí a esa hora, respondió afirmativamente a la cita. La ansiedad pudo con él, no podía esperar a la tarde, aún faltaban dos horas pero lo esperaría allí.
 - ¿Eh? ¿Qué hace Mei del Team Invitto aquí? -se preguntó al verla salir del garage de forma fugaz, como si hubiera olvidado algo- que extraño -le restó importancia hasta que entró. Sintió un dulce, exageradamente dulce perfume proveniente de algún sitio- Puaj ¿De dónde viene ese olor? -fue a la zona de los lockers y allí encontró una carta, con un sobre rosado, claramente era una carta de amor- ¿A Mei le gusta alguien del grupo? -rió divertido, pero su sonrisa desapareció al ver el nombre escrito en el sobre- "Peco" -leyó en voz alta. Como si un demonio se apoderara de su criterio, pensó en tirar la carta, le había costado mucho declarar su amor a Peco como para tener que esperar otra semana a que el chico que le gustaba decidiera ahora entre él y la jovencita. Se acercó al tacho de la basura, pero antes de poder deshacerse del sobre, la voz de Peco lo sorprendió-
 - ¡Zack! -se acercó rápidamente- ¿Por qué viniste tan temprano? 
 - Lo siento, me ganó la ansiedad -rió nervioso, intentando esconder el sobre de su vista, pero el aroma lo delató-
 - M-me pasó igual... -frunció la nariz- ¿Qué es ese olor? -buscó con la mirada hasta que alcanzó a ver el sobre- ¿Qué es eso? -Zack se lo entregó en silencio y con un dejo de enojo en sus ojos- ¿Me escribiste una carta? No tenías que perfumarla tanto -dijo divertido hasta que Zack respondió-
 - No es mía... Mei la dejó aquí para ti... -dijo con voz grave, no le hacía ninguna gracia la situación-
 - ¿Eh? ¿Mei? ¿La del Team Invitto? -la abrió con cuidado y abrió los ojos como platos al ver que se trataba ni más ni menos que de una declaración de amor- ¿¿¿Eh??? ¿Le gusto a Mei? -continuaba asombrado, dos declaraciones de amor en una semana, pero sintió un nudo en el estómago al ver la expresión de disgusto del moreno- B-bueno, ella... ¡Llegó tarde! -hizo un bollo tanto con la carta como  el sobre y lo tiró violentamente a la basura-
 - ¡Eres de lo peor! -oyó la voz de a jovencita, la cual había visto todo desde el umbral de la puerta, saliendo y dando un portazo. Peco quiso salir corriendo tras ella, pero Zack lo tomó por la muñeca-
 - ¡Peco! -el mayor lo había detenido, impidiéndole irse- Aún no me has dado tu respuesta... 
 - A-ah... yo... -carraspeó- ¡Zack! -se puso firme repentinamente, sobresaltando un momento al mayor- Yo te... tú me gus... amo... -se trabó en sus propias palabras, provocando una risa en el mayor- ¡N-no te rías! Es la primera vez que digo estas cosas...
 - Eres adorable... -acarició el rostro del menor, y se enterneció aún más al verle cerrar los ojos esperando un beso. Complaciéndole como siempre lo hacía, tomó su rostro con ambas manos y lo besó con suavidad, acción que Peco correspondió como mejor pudo, acariciando los hombros del moreno. Así estuvieron algunos minutos hasta que separaron sus bocas- Te amo, Peco -lo abrazó con fuerza, pegándolo completamente a su cuerpo-
 - Yo también... te amo, Zack... -logró decir finalmente, disfrutando del abrazo, aferrado al duro torso del mayor- 
 - ¿Por qué tardaste tanto en decírmelo, Peco? 
 - No sabía cómo hacerlo -no quiso admitir que había sido un cobarde respecto al tema del sexo- 
 - ¿Qué harás con Mei?
 - Hablaré con ella, no quise lastimarla, le diré que estoy contigo y entenderá, igual que mi hermana -se aventó a besarle nuevamente, ahora con más confianza por tratarse del segundo beso- ¿Vamos a los escenarios? 
 - Contigo ahora iré a donde sea... -le tomó de la mano, besándole el dorso- 

 No necesitaban pedirse noviazgo formalmente, por lo que salieron en dirección al escenario, ya considerándose como una pareja. 

[Parte yaoi del fanfic] ⚠

 Un mes había pasado ya desde aquel primer beso, y hasta el momento no habían cruzado ningún límite, pero cada día Zack insistía un poco más, o deslizaba sus manos un poco más abajo de lo que Peco le permitía. Todos los equipos tenían pleno conocimiento de la relación, debido a que Mei, resentida con el rechazo, no quiso escuchar a Peco y le contó a todos lo que Peco le había confiado, que le había rechazado por Zack. No obstante, a nadie pareció importarle demasiado, y hasta lo daban por hecho desde antes de enterarse, algunos ni siquiera se habían sorprendido.
   - Zack... -Peco dejó escapar algunos suspiros prolongados. Estaban en la cama de Peco mirando una película, cuando el moreno comenzó a besarle el cuello- e-espera...
   - ¿Aún no estás listo?
   - Y-yo... -tragó saliva- sí... sólo procura ser amable conmigo ¿Si?-recordó el consejo de Jonouchi-
   - Pierde cuidado... -Zack se sintió entusiasmado, finalmente Peco había cedido y ahora tendría el privilegio de ser el primero en probar su pequeño cuerpo-
   Continuó besándole el cuello, bajando lentamente hasta su pecho, mientras con su mano libre contorneaba los muslos del menor. Peco, aún algo nervioso, acariciaba el cabello de Zack con dulzura, dejándole bajar sin oponer resistencia hasta que llegó a su pantalón. Con timidez, se tapó la boca con el antebrazo, esperando algo tembloroso a que el mayor llegara a su entrepierna.
   Zack, sin detenerse, continuó besando cada parte del cuerpo que se cruzaba en su camino, quitándole por completo el pantalón, sólo al tenerle completamente desnudo se dedicó a lamer despacio, jugueteando con su lengua mientras sentía los pequeños espasmos que provocaba con ello en el menor. Sin embargo, no quería hacerle acabar pronto, por lo que, luego de unos pocos minutos haciendo eso, se desnudó, tomándole la mano a Peco para llevársela a su propio cuerpo, pidiéndole sin palabras que lo masturbe. Peco obedeció, quería hacer eso de todos modos y no se animaba a tomar él la iniciativa, pero palideció un poco al verle tomar un gel lubricante que al parecer siempre llevaba consigo (en caso de darse al fin la oportunidad de usarlo) y cerró los ojos con fuerza, esperando nervioso la intromición de los dedos del moreno, minimizando el ritmo en el que él le masajeaba debido a los nervios.
   - Sólo relájate ¿Si? -le besó la frente con cariño antes de comenzar a prepararlo-
   Peco asintió, pero le tomó un tiempo acostumbrarse a la sensación extraña. Pronto comenzó a gustarle, excitándose más al sentir el tercer dedo dentro suyo. Zack había sido lo suficientemente atento como para tomarse su tiempo, evitando así que el menor sintiera el más mínimo dolor. También disfrutaba cada expresión que Peco hacía, a pesar de que éste intentaba taparse el rostro, actitud que le parecía adorable.
   Al ver que el menor gemía de placer y ya no de molestia, retiró sus dedos para introducir su miembro, que continuaba visiblemente erecto gracias al excitante panorama que Peco ofrecía a la vista de Zack. Y, manteniendo ese ritmo suave y pausado, fue entrando lentamente, sin embargo, Peco parecía más ansioso que adolorido.
   - ¿Estás bien? -preguntó cuando Peco lo apretó un poco con sus piernas, sin darse cuenta de que esa era su manera de pedirle que fuera un poco más fuerte-
   - S-sí, continúa -respondió, rodeándole el cuello con sus brazos para aumentar la cercanía-
   Era ridículamente exquisito, por el cuidado que ponía en cada movimiento por no lastimar a Peco, cada momento se había vuelto largo y placentero, disfrutando ambos aún más de cada sensación y roce de sus cuerpos. Y así continuaron, aumentando el ritmo a medida que su cuerpo les exigía más y más, y, entre besos y caricias, se acercaban al clímax.
   - ¡Z-Zack! -Peco fue el primero en venirse sobre el abdomen de ambos, segundos más tarde, Zack terminó dentro del menor, provocándole un sonoro gemido- Zack... -repitió su nombre entre suspiros-
   - Peco... -respondió el moreno, pegando su frente a la del otro, tomándolo por la nuca para besarle-
   - Te amo, Zack -pudo decir claramente, antes de ser él quien continuara el apasionado beso-
   - Te amo, Peco -logró responder Zack entre los besos recibidos.
 Todo estaría bien a partir de ahora, ni siquiera otro fin del mundo podría separarles.

~Fin~