Esta vez decidí crear un fic de una de mis parejas favoritas. Me gustan
mucho los personajes secundarios, y quiero darles su debida importancia 💖
espero que lo disfruten.
[Advertencia: Yaoi] ⚠
Serie: Kamen Rider Gaim
Ship: Zack x Peco
Advertencias: Lemon
Ship: Zack x Peco
Advertencias: Lemon
No menores de: 16 años
Confesiones
El exquisito aroma a comida casera inundaba la cocina de la modesta familia de hermanos.
- ¿Qué huele tan bien, hermana? -Peco se acercó a ver la copiosa olla llena de comida-
- Oyakodon -respondió con una sonrisa-
- ¡Genial, se ve muy bien! -"olfateó" un poco el aire, satisfecho con el resultado- Lástima que Zack no está aquí, es su comida favorita.
- Llegará pronto, preparé esto especialmente para él -alardeó un poco, ante lo cual Peco alzó las cejas-
- ¿Será que...? -se acercó, juguetón, picándola con el dedo-
¿Ustedes...?
- No -rió- bueno, quizá aún no... -se giró, estaba notoriamente
sonrojada- He estado pensando mucho últimamente, y... me di cuenta de que ya
no veo a Zack como antes... -confesó ella- Ha madurado tanto, se ha
convertido en todo un hombre ya.
- No me había percatado de eso... -Peco se detuvo, pensativo-
- A ti no te molesta ¿Verdad?
- ¿Que salgas con Zack? ¡En absoluto! Zack ya es parte de la familia
-antes de poder continuar, el timbre sonó- Debe ser él, iré a abrirle
-corrió a ello, se sentía feliz de que, probablemente, Zack incluso
terminara siendo invitado a vivir allí, luego de lo de Shura, sabía que
alejarse de Zack le desmoronaba- ¡Zack! -saludó con una sonrisa que el
moreno enseguida correspondió-
- Peco -Zack le hizo un breve cariño en el hombro antes de pasar,
dejando sus zapatos junto a la puerta como ya había hecho cientos de veces-
¿Qué huele tan bien?
- ¡Ya lo verás! -soltó otra risa, realmente eran tan iguales como para
repetir la pregunta que él había hecho minutos antes. Al llegar al comedor,
se ubicaron en la mesa- Zack... -se mostró sobreinteresado en la respuesta
antes de elaborar la pregunta- Si te gustara alguien, me lo dirías
¿Verdad?
- Mmm... seguramente esperaría el momento adecuado y eso haría, claro
-respondió algo dubitativo, a fin de cuentas ya le gustaba alguien y no se
lo había confesado aún- ¿A qué vino eso?
- Ah, nada nada -se apresuró a levantarse de la mesa y ayudar a su
hermana con los cubiertos y la bebida-
Estando allí aprovechó a mirarlo bien. Azami tenía razón, Zack ya no
era ningún niño, se había vuelto un hombre fuerte y atractivo, mientras que
no se vio a sí mismo madurando a la par. Pronto su propia hermana le
confesaría sus sentimientos y, conociendo a Zack, él le correspondería. Era
cierto que Zack era más cercano a él que a su hermana, pero ella era muy
bonita y dulce, serían una pareja de ensueño si se enamoraban. Y, pensando
aquello, se ocupó de servir el cuenco de oyakodon y repartir los cuenquitos
más pequeños para servir individualmente.
- ¡Se ve muy bien! -nuevamente Zack repetía una frase previa de Peco-
Y también huele delicioso.
- ¿Verdad que sí?
- Espero que te guste, Zack -Azami sonrió, por primera vez en plan
"seductor", hundiéndose un poco en sus hombros, pero el moreno no se percató
de eso-
- Seguro que sí, Azami, déjenme ayudarles -tomó uno de los cuencos y
se dispuso a servir junto a la joven. Peco volvió la mirada hacia Zack otra
vez, éste llevaba una camisa negra con los primeros dos botones sueltos,
dejando ver un poco de su cuello y torso, realmente no se había percatado de
lo atractivo que era- ¿Peco? -no obtuvo respuesta- ¡Peco!
- ¿Eh? -parecía salir de un trance-
- ¿Estás bien? -le acercó la porción de comida, a diferencia de la
situación con Azami, reparó enseguida en el hecho de que Peco se había
quedado suspendido en quién sabe qué pensamientos mientras
le miraba el pecho-
- ¡Sí! Es que se ve todo tan delicioso que... no importa -se ruborizó
un poco, y más aún cuando Zack rió-
- Pero me veías a mi, no a la comida, dudo ser más delicioso que el
oyakodon de Azami -bromeó, haciendo ahora enrojecer al menor-
- Bobo -acostumbrado a que le hiciera esas bromas con doble sentido,
le arrojó una servilleta como respuesta que Zack atrapó en el aire, aún
entre risas. Al igual que antes, notó el sonrojo de Peco, pero no el de
Azami-
La cena transcurrió y concluyó de forma amena, como siempre que Zack
era invitado allí, pero los tres sabían que, de algún modo, esa noche
pasaría algo diferente, una confesión esperada, o quizás inesperada...
- ¡Yo lavaré los platos! -se apresuró a decir Peco, juntando todo
rápidamente de la mesa para irse pronto del comedor- Los dejo solos... -dijo
con una sonrisita antes de salir en dirección a la cocina-
- P-pero... -Zack quiso ofrecerle ayuda, pero el menor se había
adelantado- ¿Peco está bien?
- Sí, se fue porque sabía que yo quería hablar contigo.
- ¿Conmigo? ¿Sobre qué? ¿Sobre Peco?
- B-bueno, en cierto modo le concierne, pero...
- En ese caso yo también quería hablar contigo hace un tiempo...
Quería... -suspiró- Confesarte algo... -Zack miraba a los ojos a la joven,
la cual supuso que quizá se le declararía él primero, adelantándose, se
preparó mentalmente para ello-
- Dime... -sonrió, algo acalorada-
- Estoy -tragó saliva- enamorado de Peco -soltó sobre Azami como una
cubeta con hielo-
- ¿De... de Peco...? -se quedó un momento en shock, de todo lo que
podía suceder esa noche, eso era lo último que esperaba escuchar-
- Sí, y hace tiempo quiero decírselo, pero no estoy seguro de cómo, o
de qué forma asegurarme de que él siente lo mismo por mi. ¿Azami?
- Ah... él... él... -quería echarse a llorar, era cierto que se había
salvado de ser rechazada, pero era doloroso, saber que se había enamorado de
un hombre cuya felicidad estaba junto a otro hombre, ni más ni menos que su
propio hermano. Decidió apartarse, los quería lo suficientemente a ambos
como para ayudarles a estar juntos- Peco no sospecha en lo más mínimo de tus
sentimientos -explicó, procurando calmarse-
- Supongo que las indirectas no surten efecto en él -sonrió,
enternecido- me dejaré de sutilezas entonces. Gracias por decirme esto
Azami. ¿Tu de qué querías hablar?
- D-de esto mismo -mintió- era imposible no darse cuenta -volvió a
mentir, no arruinaría su amistad con Zack, menos ahora- iré a la cocina a
decirle que ya hablamos -carraspeó- ¿Hoy te quedas a dormir?
- Si no es molestia.
- Nunca lo es, ya regreso -caminó arrastrando un poco los pies a la
cocina, donde Peco la esperaba expectante por saber la respuesta obtenida-
No pude decirle nada. A Zack... le gusta otra persona.
- ¿Qué? No puede ser, me lo hubiera dicho -se quejó el menor ante la
idea de que Zack le rompiera el corazón a su hermana-
- Eres tú quien le gusta, Peco -reveló, dejando boquiabierto a su
pequeño hermano- pero no le digas que te dije, estoy... traicionando su
confianza.
- ¿Y-yo le... le gusto a Zack? -aún mantenía la sorpresa ¿Cómo podía
gustarle él y no Azami? ¿Cómo podría preferir estar con él, en lugar de
tener una pareja de ensueño con una chica hermosa como lo era su hermana?
Sencillamente no lo comprendía-
- No sólo le gustas, está enamorado de ti -agregó-
- ¿Qué? -casi tira los platos al piso- ¿Y qué debo hacer?
- Que no sepa que te dije -juntó las manos, suplicante-
- ¿Y cómo se supone que disimularé con...? -sacudió la cabeza, estaba
abrumado, necesitaba regresar a su habitación. Al salir, casi se choca con
Zack, quedando a pocos centímetros de él. Cayó sentado del susto-
¡Zack!
- ¿Azami ya te lo dijo?
- ¿¿Eh?? N-no... no me dijo nada.
- Oh, que me quedaré a dormir esta noche -ayudó al menor a
levantarse-
- Ahh, claro, no te preocupes -no entendía por qué de pronto no sabía
cómo comportarse con Zack, era su mejor amigo, pero ya no era lo mismo, y no
tenía ni idea de cómo reaccionar ¿Qué debería hacer? Rechazarle lo heriría,
aceptarle heriría a su hermana, sacudió su cabello, despeinándose un poco-
- ¿Estás bien, Peco?
- Sí, de hecho... Esto... ¿Vamos a la azotea a practicar?
- No sé si sea bueno bailar después de comer.
- ¡Lo necesito! Por favor -en realidad lo que más necesitaba en ese
momento era aire fresco-
- Claro, vamos -como en su mayoría de veces, Zack procuraba complacer
los caprichos del menor. Subieron- la noche está muy hermosa ¿No crees?
- Sí, hay un viento agradable -dio un respingo al sentir la mano de
Zack sobre su hombro, era habitual en él, pero ahora se sentía a la
defensiva al respecto-
- Lo siento, no quise asustarte -justificó entre risas, al sentir el
saltito del otro- ¿Quieres que traiga el reproductor de música para
practicar?
- No, ya no quiero hacerlo -respondió, ante lo cual Zack volvió a
reír, notoriamente de buen humor- ¿Sólo querías estar a solas conmigo?
- ¿¿Eh??
- Bromeo -le acarició la cabeza con dulzura, sin dejar de sonreír, no
obstante Peco ahora percibía esas "indirectas" de otro modo, sabía que no
era ninguna broma. Por otra parte, Zack quería abandonar las sutilezas, pero
el miedo al rechazo de parte de una persona tan esencial en su vida le hacía
retroceder dos pasos por cada uno que avanzaba- Hace un rato me preguntaste
"¿Si te gustara alguien, me lo dirías, verdad?", y me gustaría hacerte la
misma pregunta -metió ambas manos en los bolsillos y miró directamente a la
luna, no quería que Peco se sintiera presionado ante la pregunta-¿Tú me lo
dirías?
- Bueno... -sabía perfectamente hacia dónde iba la pregunta, estaba
metido en un gran lío respondiera lo que respondiera, si decía que sí, Zack
pensaría que, de sentir algo por él, ya se lo hubiera dicho, pero si
respondía que no, sólo podía ser que no confiaba en él para contárselo, o
que le gustaba alguien en secreto y eso era carta blanca a que pensara que
podía ser cualquiera- ¡Yo también esperaría el momento adecuado! -copió la
respuesta de Zack pero no estaba seguro de que eso haya sido una buena idea,
a fin de cuentas ¿No había sido esa la respuesta de Zack porque la persona
que le gustaba era quien había hecho la pregunta? Había pisado su propio pie
con esa respuesta-
- Ya veo... -Zack se acercó, ahora con el objetivo de mirarlo a los
ojos- ¿No crees que este es un momento lo suficientemente adecuado?
- N-no -tragó saliva ¿Cómo se había metido en eso? Hasta hacía unas
pocas horas, asumía que Zack iniciaría una relación con Azami ¿Y ahora se
trataba de él? Bajó la mirada, no podía dejar de pensar en que su hermana
quizá estaría llorando en ese momento y no podía hacerle eso, no la noche
que ella había planeado y se arruinó- ¡V-vámonos, tengo frío! -se sobó los
brazos exageradamente, apenas si estaba fresco, pero quería postergar todo
cuanto le fuera posible-
- Claro -suspiró- estás actuando muy extraño -lo detuvo antes de que
pudiera regresar, tomándolo por los hombros y obligándole a mirarle a los
ojos nuevamente- Saliste distinto de la cocina, cuando Azami fue a por ti,
te contó lo que hablamos ¿Verdad? -Peco no pudo sostener la mirada y negó
con la cabeza mirando hacia el piso, mordiéndose los labios- No sabes
mentir, Peco.
- S-sí me lo dijo pero ¡Por favor no te enojes con ella! No estaba
traicionando tu confianza, es sólo que...
- Descuida, no estoy enojado con Azami -sonrió con sinceridad,
convenciendo al menor con eso- Todo lo que quiero ahora es saber tu
respuesta.
- ¿Respuesta?
- Sí. Lo cierto es que he estado sintiendo cosas por ti desde que
volví de Nueva York -exhaló- de eso ya ha pasado un año, por lo que llevo
ese tiempo viéndote de otra manera.
- Zack...
- Cuando quisiste quedarte junto a Shura sentí que mi sangre hervía,
por un momento hasta pensé que él te gustaba, porque no podía explicarme a
mi mismo por qué elegías quedarte junto a él en lugar de venir conmigo, y
cuando me dijiste cómo te sentías realmente, sentí un alivio en todo el
cuerpo. Luego no podía dejar de pensar en eso, mientras me recuperaba en el
hospital, y tú y Azami me cuidaban, sólo podía pensar en esos sentimientos,
en ti, todo nuestro recorrido juntos y lo mucho que me importas.
- ¿Y por qué yo y no Azami? Ella... ella es tan importante para ti
como yo, también se preocupa por ti, es más hermosa, amable, hasta puedes
casarte con ella y tener hijos, yo en cambio...
- Peco -rió- a mi no me gustan las mujeres.
- ¿¿¿Eh??? -la revelación lo había dejado boquiabierto-
- Pensé que lo sabías ¿O acaso alguna vez me mostré interesado en una?
- Siempre pensé que te gustaba Azami...
- Siempre te he mirado a ti, Peco, intenté hacértelo ver con muchas
indirectas, pero claramente no funcionó.
- ¡Pensé que esa era tu forma habitual de bromear! -enrojeció,
recordando todas esas situaciones doble sentido en las que Zack lo había
metido, las cuales ahora tenían su explicación-
- Pero ya me dejaré de sutilezas -acarició el rostro del menor,
acercándose un poco más- Te amo, Peco -soltó con suavidad- y sin importar si
me correspondes o no, mis sentimientos por ti no cambiarán.
- Zack... -era la primera vez que alguien le confesaba su amor.
Siempre se había imaginado que sería alguna de las chicas de los grupos de
baile o que sucedería cuando trabajara, que recibiría una carta de amor o un
chocolate en san Valentín- ¡Es que Azami...!
- ¿Por qué insistes con Azami? -recordó lo sucedido en el comedor,
ella había intentado decirle algo antes de que él interrumpiera- ¿Será
que...?
- Sí, ella iba a confesarte su amor por ti, esta era SU noche
especial, ella ahora debe estar triste por mi culpa.
- No es tu culpa, Peco, aún si no me enamoraba de ti, no me hubiera
podido fijar en ella de todos modos -se excusó- ¿Es por eso que no te gusto?
Querías que yo esté con ella y por eso no te fijaste en mi...
- ¡No es...! No es que no me gustes... -dijo en voz casi inaudible- Es
que todo esto me tomó por sorpresa, no he podido procesarlo aún...
- Entiendo -sonrió, de algún modo satisfecho con la respuesta- en ese
caso por hoy será mejor que me vaya.
- ¿Por qué?
- Si me quedo a dormir aquí, podría incomodarte. -explicó- Vendré
cuando tú me digas, y tengas para entonces lista una respuesta -concluyó,
revolviéndole el cabello a modo de cariños. Sin darle mucho tiempo a
detenerle, se fue, despidiéndose amistosamente de Azami en el camino-
Peco se quedó en silencio, solo, en la azotea, pensativo al respecto
de lo que acababa de suceder. Su mejor amigo le había confesado su amor, y
no sólo eso, sino que había sido la primera declaración de amor que nadie le
había hecho nunca. Cerró los ojos, pensó en todo lo que había pasado junto a
Zack desde que comenzaron a bailar juntos, siempre había estado a su lado, y
Azami tenía razón, había madurado, era un hombre, atractivo sin dudas y
fuerte en todo sentido. Se imaginó en una relación con él, sus vidas no
cambiarían mucho más allá del contacto físico que pudiera haber entre ellos.
Enrojeció, recordó el cuerpo de Zack, tenía una figura envidiable y hermosa
piel bronceada y suave, seguramente sus besos fueran tan apasionados como lo
era él en todo lo que intentaba. Respiró profundo, jamás había pensado en
Zack de esa manera, pero le satisfacía hacerlo, las hormonas también
hablaban por él.
- ¿Qué pasó? ¿Por qué Zack se fue? -preguntó Azami, preocupada- ¿Lo
rechazaste?
- Hermana -se giró rápidamente, dándole atención y despejando su mente
de esos pensamientos- No, bueno, no exactamente, me dijo que le gustaba
-evitó usar la expresión "amaba"- y quedó pendiente responderle ¡No sabía
qué hacer! De verdad lamento mucho todo esto, hermana, de haber sabido que a
Zack no le gustaban las chicas te lo hubiera dicho de inmediato.
- Tranquilo -sonrió, se la veía aún algo triste- supongo que debí
notarlo, pero estaba demasiado distraída para captar las señales, sólo ahora
que lo he pensado fríamente pude percatarme de todo eso.
- Lo siento mucho...
- Deberías aceptar sus sentimientos, Peco -aconsejó- creo que ambos
podrían ser muy felices juntos, y yo seré feliz mientras ustedes lo
sean.
- Hermana... -la abrazó-
- Pero dime ¿A ti te gusta Zack? o que diga ¿Te gustan los hombres,
Peco?
- N-no estoy seguro, nunca me detuve a pensar en eso.
- Porque si él me rechazó porque no le gustan las mujeres, y tú le
rechazas porque no te gustan los hombres, estamos en una encrucijada ¿No
crees? -no pudo evitar reír con la situación-
- ¿Verdad? -también le divirtió la analogía por lo irónico que
resultaba, pero por cómo había estado pensando en Zack momentos antes,
supuso que al menos un poco los hombres debían gustarle- En realidad, debo
confesar que... No se lo he dicho a nadie, pero Kaito de algún modo me
gustaba... ya sabes, lo consideraba muy atractivo ¡Y estoy seguro de que
Zack también pensaba lo mismo!
- Es muy probable -suspiró- ustedes tres eran muy unidos -se quedó
pensando-
Finalmente regresaron adentro y la noche transcurrió sin más
sorpresas, esa noche a Peco le costaría más dormir, se había quedado
pensando en Zack toda la noche, sin saber que a Zack le había pasado lo
mismo.
El moreno se sentía algo mal y culpable por Azami, era su mejor amiga.
Pero era muy hermosa, no le costaría encontrar otro hombre que se fije en
ella , seguramente ya habrían incluso sin que ella supiera. Suspiró. Se
preguntó qué haría si Peco le rechazaba. Lo mejor, dado el caso, sería
alejarse un tiempo, sería muy doloroso, pero más lo sería estar cerca de él
y pretender actuar como si nada hubiera sucedido. Respondiera lo que
respondiera, era un punto sin retorno, todo cambiaría a partir de allí.
Los días pasaron, uno, y otro, y otro, hasta que transcurrió una semana de
la confesión de Zack. Durante ese tiempo, Peco intentaba descubrirse un poco
a sí mismo y comprobar cuánto le gustaban los hombres, o más claro aún,
cuánto le gustaba Zack. Cada vez que tomaba el teléfono, decidido a darle
una respuesta positiva, algo dentro suyo le carcomía en nervios y decidía
pensarlo un poco más. Imaginaba una vida junto a Zack y le resultaba
agradable, incluso deseaba que él le de su primer beso, pero recordaba que
una relación no se conformaba sólo por estar juntos y besarse, y pensar en
tener su primera vez con un hombre le aterraba un poco. Aquello era lo único
que le cohibía ¿Qué haría llegado el momento? ¿Y si no le gustaba? Había
visto un poco de porno gay y eso había sido peor, asustándole aún más. No
sabía qué hacer, por lo que llamó por teléfono a la única persona que podía
entenderle y aconsejarle, Hideyasu Jonouchi.
- ¿Y qué piensas? -preguntó, habiéndole explicado todo el panorama-
- Mmm, creo que estás exagerando, si te gusta sólo dile que sí y ya.
- ¡Pero y...! Lo otro...
- No tienes que acostarte con él inmediatamente, Peco, dile que espere
a que estés listo y, si te quiere realmente, esperará. Y llegado el momento,
dile que sea gentil contigo, créeme, es importante que lo hagas -se sobó el
trasero, recordando lo brusco que solía ser Oren con él. En el fondo le
gustaba y lo disfrutaba, pero las consecuencias le hacían lamentarlo
luego-
- ¿Entonces debería decirle que sí ya?
- La vida es más corta de lo que crees, Peco -exhaló pesadamente- y no
sabes el impacto que tendrá en él o en ti, dejar pasar esta oportunidad...
-recordó a Hasse, y cómo su rechazo le llevó a comer el fruto de Helheim y
morir como un animal sin conciencia-
- ¡Tienes razón! Gracias Jonouchi, me has ayudado mucho -agradeció,
para luego despedirse y colgar- le diré que espere a que esté listo, si me
quiere, esperará, Zack jamás me forzaría a hacer nada. -afirmó para sí
mismo, y era cierto, lastimarle sería lo último que el moreno haría-
Estaba decidido, sólo le faltaba decidir dónde y cuándo le diría que
sí. Debía ser un lugar privado, no quería tener su primer beso en frente de
nadie, quería que todos se enteraran cuando él se los dijera, no porque lo
vieran, sólo Zack vería su sonrojo, nadie más.
Tomó el teléfono nuevamente, pero no se animó a llamarle, por lo que,
a través de un mensaje, le citó en el garage de Baron a la tarde,
advirtiéndole que tenía ya su respuesta. Zack, al leerlo, le pareció un
sitio un tanto concurrido para responder algo como eso, pero, a sabiendas de
que no habría nadie ahí a esa hora, respondió afirmativamente a la cita. La
ansiedad pudo con él, no podía esperar a la tarde, aún faltaban dos horas
pero lo esperaría allí.
- ¿Eh? ¿Qué hace Mei del Team Invitto aquí? -se preguntó al verla
salir del garage de forma fugaz, como si hubiera olvidado algo- que extraño
-le restó importancia hasta que entró. Sintió un dulce, exageradamente dulce
perfume proveniente de algún sitio- Puaj ¿De dónde viene ese olor? -fue a la
zona de los lockers y allí encontró una carta, con un sobre rosado,
claramente era una carta de amor- ¿A Mei le gusta alguien del grupo? -rió
divertido, pero su sonrisa desapareció al ver el nombre escrito en el sobre-
"Peco" -leyó en voz alta. Como si un demonio se apoderara de su criterio,
pensó en tirar la carta, le había costado mucho declarar su amor a Peco como
para tener que esperar otra semana a que el chico que le gustaba decidiera
ahora entre él y la jovencita. Se acercó al tacho de la basura, pero antes
de poder deshacerse del sobre, la voz de Peco lo sorprendió-
- ¡Zack! -se acercó rápidamente- ¿Por qué viniste tan temprano?
- Lo siento, me ganó la ansiedad -rió nervioso, intentando esconder el
sobre de su vista, pero el aroma lo delató-
- M-me pasó igual... -frunció la nariz- ¿Qué es ese olor? -buscó con
la mirada hasta que alcanzó a ver el sobre- ¿Qué es eso? -Zack se lo entregó
en silencio y con un dejo de enojo en sus ojos- ¿Me escribiste una carta? No
tenías que perfumarla tanto -dijo divertido hasta que Zack respondió-
- No es mía... Mei la dejó aquí para ti... -dijo con voz grave, no le
hacía ninguna gracia la situación-
- ¿Eh? ¿Mei? ¿La del Team Invitto? -la abrió con cuidado y abrió los
ojos como platos al ver que se trataba ni más ni menos que de una
declaración de amor- ¿¿¿Eh??? ¿Le gusto a Mei? -continuaba asombrado, dos
declaraciones de amor en una semana, pero sintió un nudo en el estómago al
ver la expresión de disgusto del moreno- B-bueno, ella... ¡Llegó tarde!
-hizo un bollo tanto con la carta como el sobre y lo tiró
violentamente a la basura-
- ¡Eres de lo peor! -oyó la voz de a jovencita, la cual había visto
todo desde el umbral de la puerta, saliendo y dando un portazo. Peco quiso
salir corriendo tras ella, pero Zack lo tomó por la muñeca-
- ¡Peco! -el mayor lo había detenido, impidiéndole irse- Aún no me has
dado tu respuesta...
- A-ah... yo... -carraspeó- ¡Zack! -se puso firme repentinamente,
sobresaltando un momento al mayor- Yo te... tú me gus... amo... -se trabó en
sus propias palabras, provocando una risa en el mayor- ¡N-no te rías! Es la
primera vez que digo estas cosas...
- Eres adorable... -acarició el rostro del menor, y se enterneció aún
más al verle cerrar los ojos esperando un beso. Complaciéndole como siempre
lo hacía, tomó su rostro con ambas manos y lo besó con suavidad, acción que
Peco correspondió como mejor pudo, acariciando los hombros del moreno. Así
estuvieron algunos minutos hasta que separaron sus bocas- Te amo, Peco -lo
abrazó con fuerza, pegándolo completamente a su cuerpo-
- Yo también... te amo, Zack... -logró decir finalmente, disfrutando
del abrazo, aferrado al duro torso del mayor-
- ¿Por qué tardaste tanto en decírmelo, Peco?
- No sabía cómo hacerlo -no quiso admitir que había sido un cobarde
respecto al tema del sexo-
- ¿Qué harás con Mei?
- Hablaré con ella, no quise lastimarla, le diré que estoy contigo y
entenderá, igual que mi hermana -se aventó a besarle nuevamente, ahora con
más confianza por tratarse del segundo beso- ¿Vamos a los escenarios?
- Contigo ahora iré a donde sea... -le tomó de la mano, besándole el
dorso-
No necesitaban pedirse noviazgo formalmente, por lo que salieron en
dirección al escenario, ya considerándose como una pareja.
[Parte yaoi del fanfic] ⚠
Un mes había pasado ya desde aquel primer beso, y
hasta el momento no habían cruzado ningún límite, pero cada día Zack insistía
un poco más, o deslizaba sus manos un poco más abajo de lo que Peco le
permitía. Todos los equipos tenían pleno conocimiento de la relación, debido a
que Mei, resentida con el rechazo, no quiso escuchar a Peco y le contó a todos
lo que Peco le había confiado, que le había rechazado por Zack. No obstante, a
nadie pareció importarle demasiado, y hasta lo daban por hecho desde antes de
enterarse, algunos ni siquiera se habían sorprendido.
- Zack...
-Peco dejó escapar algunos suspiros prolongados. Estaban en la cama de Peco
mirando una película, cuando el moreno comenzó a besarle el cuello- e-espera...
- ¿Aún no estás listo?
- Y-yo... -tragó saliva- sí... sólo procura ser amable conmigo ¿Si?-recordó el consejo de Jonouchi-
- Pierde cuidado... -Zack se sintió entusiasmado, finalmente Peco había cedido y ahora tendría el privilegio de ser el primero en probar su pequeño cuerpo-
Continuó besándole el cuello, bajando lentamente hasta su pecho, mientras con su mano libre contorneaba los muslos del menor. Peco, aún algo nervioso, acariciaba el cabello de Zack con dulzura, dejándole bajar sin oponer resistencia hasta que llegó a su pantalón. Con timidez, se tapó la boca con el antebrazo, esperando algo tembloroso a que el mayor llegara a su entrepierna.
Zack, sin detenerse, continuó besando cada parte del cuerpo que se cruzaba en su camino, quitándole por completo el pantalón, sólo al tenerle completamente desnudo se dedicó a lamer despacio, jugueteando con su lengua mientras sentía los pequeños espasmos que provocaba con ello en el menor. Sin embargo, no quería hacerle acabar pronto, por lo que, luego de unos pocos minutos haciendo eso, se desnudó, tomándole la mano a Peco para llevársela a su propio cuerpo, pidiéndole sin palabras que lo masturbe. Peco obedeció, quería hacer eso de todos modos y no se animaba a tomar él la iniciativa, pero palideció un poco al verle tomar un gel lubricante que al parecer siempre llevaba consigo (en caso de darse al fin la oportunidad de usarlo) y cerró los ojos con fuerza, esperando nervioso la intromición de los dedos del moreno, minimizando el ritmo en el que él le masajeaba debido a los nervios.
- Sólo relájate ¿Si? -le besó la frente con cariño antes de comenzar a prepararlo-
Peco asintió, pero le tomó un tiempo acostumbrarse a la sensación extraña. Pronto comenzó a gustarle, excitándose más al sentir el tercer dedo dentro suyo. Zack había sido lo suficientemente atento como para tomarse su tiempo, evitando así que el menor sintiera el más mínimo dolor. También disfrutaba cada expresión que Peco hacía, a pesar de que éste intentaba taparse el rostro, actitud que le parecía adorable.
Al ver que el menor gemía de placer y ya no de molestia, retiró sus dedos para introducir su miembro, que continuaba visiblemente erecto gracias al excitante panorama que Peco ofrecía a la vista de Zack. Y, manteniendo ese ritmo suave y pausado, fue entrando lentamente, sin embargo, Peco parecía más ansioso que adolorido.
- ¿Estás bien? -preguntó cuando Peco lo apretó un poco con sus piernas, sin darse cuenta de que esa era su manera de pedirle que fuera un poco más fuerte-
- S-sí, continúa -respondió, rodeándole el cuello con sus brazos para aumentar la cercanía-
Era ridículamente exquisito, por el cuidado que ponía en cada movimiento por no lastimar a Peco, cada momento se había vuelto largo y placentero, disfrutando ambos aún más de cada sensación y roce de sus cuerpos. Y así continuaron, aumentando el ritmo a medida que su cuerpo les exigía más y más, y, entre besos y caricias, se acercaban al clímax.
- ¡Z-Zack! -Peco fue el primero en venirse sobre el abdomen de ambos, segundos más tarde, Zack terminó dentro del menor, provocándole un sonoro gemido- Zack... -repitió su nombre entre suspiros-
- Peco... -respondió el moreno, pegando su frente a la del otro, tomándolo por la nuca para besarle-
- Te amo, Zack -pudo decir claramente, antes de ser él quien continuara el apasionado beso-
- Te amo, Peco -logró responder Zack entre los besos recibidos.
Todo estaría bien a partir de ahora, ni siquiera otro fin del mundo podría separarles.
- ¿Aún no estás listo?
- Y-yo... -tragó saliva- sí... sólo procura ser amable conmigo ¿Si?-recordó el consejo de Jonouchi-
- Pierde cuidado... -Zack se sintió entusiasmado, finalmente Peco había cedido y ahora tendría el privilegio de ser el primero en probar su pequeño cuerpo-
Continuó besándole el cuello, bajando lentamente hasta su pecho, mientras con su mano libre contorneaba los muslos del menor. Peco, aún algo nervioso, acariciaba el cabello de Zack con dulzura, dejándole bajar sin oponer resistencia hasta que llegó a su pantalón. Con timidez, se tapó la boca con el antebrazo, esperando algo tembloroso a que el mayor llegara a su entrepierna.
Zack, sin detenerse, continuó besando cada parte del cuerpo que se cruzaba en su camino, quitándole por completo el pantalón, sólo al tenerle completamente desnudo se dedicó a lamer despacio, jugueteando con su lengua mientras sentía los pequeños espasmos que provocaba con ello en el menor. Sin embargo, no quería hacerle acabar pronto, por lo que, luego de unos pocos minutos haciendo eso, se desnudó, tomándole la mano a Peco para llevársela a su propio cuerpo, pidiéndole sin palabras que lo masturbe. Peco obedeció, quería hacer eso de todos modos y no se animaba a tomar él la iniciativa, pero palideció un poco al verle tomar un gel lubricante que al parecer siempre llevaba consigo (en caso de darse al fin la oportunidad de usarlo) y cerró los ojos con fuerza, esperando nervioso la intromición de los dedos del moreno, minimizando el ritmo en el que él le masajeaba debido a los nervios.
- Sólo relájate ¿Si? -le besó la frente con cariño antes de comenzar a prepararlo-
Peco asintió, pero le tomó un tiempo acostumbrarse a la sensación extraña. Pronto comenzó a gustarle, excitándose más al sentir el tercer dedo dentro suyo. Zack había sido lo suficientemente atento como para tomarse su tiempo, evitando así que el menor sintiera el más mínimo dolor. También disfrutaba cada expresión que Peco hacía, a pesar de que éste intentaba taparse el rostro, actitud que le parecía adorable.
Al ver que el menor gemía de placer y ya no de molestia, retiró sus dedos para introducir su miembro, que continuaba visiblemente erecto gracias al excitante panorama que Peco ofrecía a la vista de Zack. Y, manteniendo ese ritmo suave y pausado, fue entrando lentamente, sin embargo, Peco parecía más ansioso que adolorido.
- ¿Estás bien? -preguntó cuando Peco lo apretó un poco con sus piernas, sin darse cuenta de que esa era su manera de pedirle que fuera un poco más fuerte-
- S-sí, continúa -respondió, rodeándole el cuello con sus brazos para aumentar la cercanía-
Era ridículamente exquisito, por el cuidado que ponía en cada movimiento por no lastimar a Peco, cada momento se había vuelto largo y placentero, disfrutando ambos aún más de cada sensación y roce de sus cuerpos. Y así continuaron, aumentando el ritmo a medida que su cuerpo les exigía más y más, y, entre besos y caricias, se acercaban al clímax.
- ¡Z-Zack! -Peco fue el primero en venirse sobre el abdomen de ambos, segundos más tarde, Zack terminó dentro del menor, provocándole un sonoro gemido- Zack... -repitió su nombre entre suspiros-
- Peco... -respondió el moreno, pegando su frente a la del otro, tomándolo por la nuca para besarle-
- Te amo, Zack -pudo decir claramente, antes de ser él quien continuara el apasionado beso-
- Te amo, Peco -logró responder Zack entre los besos recibidos.
Todo estaría bien a partir de ahora, ni siquiera otro fin del mundo podría separarles.
~Fin~
1 comentario:
Hay algo que me he preguntado Hase podía volver a ser revivido por Kouta y Mai aunque creo que nunca pensaron en eso, aunque podían encontrar una forma de volverlo a la normalidad sino no hubiera sido por Sid
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